Entre
las múltiples informaciones de estos días, no hemos tenido ocasión de comentar
los libros recibidos de la Institución “Fernando el Católico”, entre los que se
encuentran ejemplares tan notables como el de Zaragoza, años vcinte. 81 fotografías de Roisin (1925-1931), al que
recientemente el Gobierno de Aragón concedió
el Premio al libro mejor editado en
2014. Al otorgarle este reconocimiento, el jurado lo justificaba "por ser
un libro de contenido clásico y factura moderna, que se aprecia en el cuidado y
belleza de la edición, los materiales utilizados, la calidad de la reproducción
de las imágenes y el trabajo de documentación que las acompaña, así como el
diseño global del libro y la pulcritud de su maquetación". Una excelente
obra, por tanto, impresa en los talleres de COMETA S. A., a los que
felicitamos, al igual que a los autores del mismo José Antonio Hernández Latas,
Víctor Lahuerta, Carlos Forcadell y Álvaro Capalvo, con una mención muy
especial al responsable del diseño gráfico, Víctor Lahuerta.
Un
libro importante, tanto por el número de páginas (658) como por su contenido es
Effigies Regis Aragonum. La imagen
figurativa del rey de Aragón en la Edad Media, que da a conocer la tesis
doctoral defendida, en 2005, por Marta Serrano Coll, en la Universidat Rovira i
Virgili de la que, en la actualidad, es profesora.
En
la obra se analizan todas las representaciones medievales del rey de Aragón,
estableciendo las correspondientes tipologías. Es, por lo tanto, un estudio de
iconografía e iconología medieval que abarca un largo período, pues reúne
imágenes desde el siglo XI a finales del XV.
Entre
los temas estudiados figuran monedas, sellos, miniaturas, pinturas y
esculturas. Como apéndice documental se ofrece un amplio repertorio de
imágenes, aunque por razones evidentes el tamaño de las reproducciones sea muy
inferior al deseado.
Excelente
libro es, asimismo Pablo Serrano. Una
nueva figuración y un nuevo humanismo, de María Carmen Rodríguez Bernal, en
el que analiza la obra escultórica del gran artista aragonés. Especialmente
interesante son las reflexiones sobre el arte religioso y las aportaciones al
mismo de Pablo Serrano.
Finalmente
hacemos referencia hoy a la obra San Juan
de los Panetes de Zaragoza. Estudio Histórico-Artístico de un convento
hospìtalario, de la que es autora Pilar Lop Ortín.
Como
es sabido, el conjunto de San Juan de los Panetes fue la sede de la Capellanía
de Amposta y, por lo tanto, residencia del máximo representante de la Lengua de
Aragón en la Orden de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta. A pesar de
ello, como señala la autora, ha merecido muy poca atención. De ahí la
importancia de este trabajo que se centra, fundamentalmente, en las
transformaciones acaecidas en el siglo XIX, tras la Desamortización y en el
proceso de rehabilitación emprendido con los restos aparecidos cuando fue
demolida la casa conventual.
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