Entre
los materiales que recientemente nos entregó D. Jesús Arcega figura un pequeño
díptico de la Virgen de Veruela, a la que se le denomina “Abogada contra las
tempestades. En la primera página aparece la imagen de la Virgen y, en la
última, una vista general del monasterio.
En
el interior se encuentra una breve novena a la Virgen en cuya oración se indica
expresamente que “habéis querido ser la madre y abogada especial de los
moradores de estos valles, y os habéis quedado en medio de nosotros para ser la
protectora que defienda nuestras personas y nuestros campos de los rayos y
frecuentes tempestades”.
Este
patronazgo tiene su justificación en el hecho de que, según la conocida leyenda,
cuando el señor de Borja, D. Pedro de Atarés, se encontraba cazando, fue
sorprendido por una terrible tormenta, encomendándose a María. Encontró
entonces la imagen de la Virgen y prometió edificarle un monasterio en su
honor, si le libraba de los peligros de la tempestad.
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