Este
año se había programado, como novedad, una charla en la ermita de la Virgen del
Castillo, a cargo del Presidente del Centro de Estudios Borjanos y del Dr. D.
Alberto Aguilera Hernández, con el objeto de comentar la historia de la villa y
el interés artístico de ese monumento.
Numerosas
personas se habían congregado en este templo, cuya importancia debiera ser
objeto de atención por parte de las autoridades responsables, incluyéndolo en
el Catálogo del Patrimonio Cultural de Aragón, así como la iglesia parroquial
de San Juan Bautista que es otro monumento de singular importancia.
Intervino
en primer lugar el Presidente del Centro quien manifestó su satisfacción por
poder hablar sobre la historia de Fuendejalón, a los pies de la hermosa imagen
románica de la Patrona de la Villa, símbolo de identidad de la población, así
como en un lugar que hace referencia al castillo, en torno al cual se articuló
el municipio, cuya historia estuvo vinculada, durante casi 700 años a la Orden
de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta.
Entre
los aspectos más relevantes de su intervención debemos destacar su alusión al
actual retablo de San Juan, mandado construir
en 1690 para D. José Pradilla que se intitula “alcaide”, lo que puede
constituir un dato relevante sobre la pervivencia del castillo en aquella
época. Por otra parte, como han señalado otros autores, este mueble fue el
retablo mayor de la primitiva ermita y alojó a la Virgen del Castillo, hasta
entonces venerada en una capilla de la fortificación.
Aludió
al simbolismo de algunas representaciones del programa iconográfico de la
ermita, como la que muestra a los habitantes de Fuendejalón, en torno a su
Patrona, a la que suplican “Paz, Gracia, Salud,Virtud, Pan, Agua y Gloria”.
Habló también sobre los favores o milagros obtenidos por intercesión de la
Virgen, entre ellos el protagonizado por D. José de Ayuda Medina y Corella,
arcediano de Pedroche y canónigo de Córdoba, que logró sobrevivir a la riada
que arrastró su coche, donando en agradecimiento una hermosa lámpara de plata a
la Virgen del Castillo.
Otra
de las lámparas de plata que flanquean el baldaquino de la Virgen fue donada
por el hermano del anterior, D. Manuel de Ayuda Medina y Corella, también
natural de Fuendejalón, y del que como novedad dio a conocer que fue creado conde
de Zamora de Riofrío en 1795, por Carlos IV. Fue un destacado personaje,
caballero de la Orden de Carlos III, cuyo palacio se conserva en la calle
Cabezas de Córdoba. Se trata de un histórico edificio que, según la tradición,
perteneció a Dª Leonor de Guzmán, amante del rey de Castilla Alfonso XI.
A
continuación habló el Dr. Aguilera, resaltando la importancia del edificio,
construido a comienzos del siglo XVIII, siguiendo el modelo de la iglesia del
convento de la Concepción de Borja, del que por sus dimensiones dijo que era
mucho más que una ermita.
Puso
de manifiesto la importancia del baldaquino, construido hacia 1747, siguiendo
la estela del de San Pedro del Vaticano y el de la colegiata de Daroca en
Aragón, así como de arrimaderos de azulejos, fechados en 1747, que decoran el
transepto, con motivos que aluden al Paraíso y a la Virgen como “Porta Coeli”.
Del
último tercio del siglo XIX son las pinturas que decoran la nave, realizadas
por Santiago González y J. M. Salvador Gisbert, en las que se representan
escenas de la vida de la Virgen y temas de la letanías lauretanas, así como la
de la cúpula del crucero, fechada en 1874, donde aparece la Coronación de
María, rodeada de Santos y ángeles.
Relacionó
este programa iconográfico con la proclamación del dogma de la Inmaculada en
1854. De hecho una representación de esta advocación mariana, pintada por Gisbert
en 1878 y situada sobre el coro, constituye la culminación del mismo.
La
intervención de ambos conferenciantes fue muy aplaudida y, posteriormente,
algunos de los presentes, aportaron datos de sumo interés para la interpretación
de los milagros representados en el templo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario