Hemos conseguido este “artefacto” en forma de tubo delgado con algo más de dos metros de longitud, cuya finalidad no conocen los más jóvenes, hasta el punto de que algunos que lo han visto creían que se trataba de un instrumento musical.
Con
una embocadura en uno de sus extremos y acodado en el otro, el dispositivo era
empleado para facilitar la toma de agua de la fuente del Campo del Toro. Lo
tenían algunas familias que mandaban fabricarlo con ese fin. Un trabajo que
requería cierta habilidad, por su forma y dimensiones.
Cuando
se inauguró la fuente, acto al que corresponde la primera imagen los chorros de
agua salían desde los caños situados entre los angelotes para proyectarse hasta
el pretil. Más tarde, con el fin de facilitar la recogida del agua, se
instalaron en el interior del pilón unos poyetes de piedra en los que apoyar
los cántaros y otros recipientes.
Llenar
un cántaro por medio de un chorro oblicuo no siempre era sencillo, aunque
cuando lo que se requería era agua para la limpieza solía recogerse con un cubo
o pozal directamente del pilón. Pero aún más complicado era llenar un botijo
por lo que el instrumento que estamos comentando era de suma utilidad.
En
estas dos fotografías puede verse el empleo de uno de características muy
similares al que tenemos, en la fotografía superior, mientras que en la
inferior es un simple tubo inclinado que desde el caño lleva el agua hasta el
recipiente que llena la mujer inclinada.
Como
no creemos que se hayan conservado muchos de estos instrumentos el “hallazgo”
de uno de ellos no deja de revestir interés por ser un testimonio de una época
desaparecida.
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