martes, 27 de abril de 2021

Turrón de Magallón

         Ha sido el Prof. D. Juan Antonio Frago quien, al preguntarnos sobre si conocíamos un turrón que llevaba el nombre de su localidad natal, Magallón, nos ha puesto sobre la pista de ese producto de que no teníamos noticia. El Prof. Frago lo había documentado en el siglo XIX y suponía que se elaboraba en esa localidad.


         Hemos encontrado su receta en el Nuevo Manual de la cocinera catalana y cubana, escrito por Juan Cabrisas y publicado en La Habana en 1858. Del autor apenas se conocen datos, salvo que era catalán y había sido cocinero en la fonda de los Tres Reyes. Con este nombre hubo establecimientos en diversas ciudades: Madrid, Málaga, Buenos Aires y Barcelona, entre otras. La de Barcelona contaba con un acreditado restaurante y parece ser que fue allí donde ejerció su profesión Juan Cabrisas, antes de trasladarse a Cuba, donde publicó su manual, llamado a tener gran aceptación, hasta el punto de que se sigue editando.

         En la obra se menciona expresamente el “Turrón de Magallón” cuya receta es la siguiente: “Tras tostar un poco las almendras, se forma una pasta mezclándolas con un poco de anís. Entretanto se tiene un caldero a fuego lento, con tres libras de azúcar por dos de almendras, añadiéndole poco a poco el agua correspondiente, meneándole continuamente para que no se pegue hasta tanto que haya adquirido el punto de caramelo. Entonces se le echan las almendras en pasta y después de bien revuelto se echa sobre el mármol bañado con un poquito de aceite y, con un rodillo, se concluye el turrón de Magallón, que se corta a gusto del fabricante. Hecho en pequeñas cantidades es mucho mejor”. Como puede apreciarse es, en realidad, un turrón de guirlache como habíamos supuesto.


         Pero la receta del turrón de Magallón también aparece en el Manual de Confiteros y fabricantes de dulces que, traducido del francés, se editó en Barcelona en 1832, lo cual es significativo.


         La autora era Marie Armande Jeanne Gacon-Dufour (1753-1835) una prolífica escritora, ferviente feminista que lo había publicado en 1825 con el título de Manuel du pâtissier et de la pâtissière, à l’usage de la ville et de la campagne.

         Que existió, por lo tanto, un turrón con el nombre de Magallón no ofrece ya ninguna duda. Otra cosa es que esa denominación guarde relación con la villa aragonesa. Parece extraño que si su fama era tan grande como para haber atravesado las fronteras antes de 1825, no haya quedado constancia en nuestra tierra. De ahí y del hecho de proceder la primera receta de Francia nos ha hecho plantearnos la posibilidad de que su nombre tuviera relación con la “condesa de Magallón”, otra escritora francesa de la que acabamos de adquirir una obra que trata sobre cuestiones de etiqueta en la mesa y en las recepciones. Es preciso, por lo tanto, seguir investigando sobre esta curiosa cuestión.




 

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