Reiteradamente hemos insistido en la importancia que tienen pequeños impresos que pueden pasar desapercibidos al catalogar los fondos de un archivo. Por eso solemos prestar especial atención a ese tipo de publicaciones, habiendo constituido un motivo de satisfacción el haber encontrado este programa, editado en la imprenta de Victorino Zaro de Borja en 1913.
Era de
la “Velada Religioso-Científico-Musical” que había organizado la Congregación
Mariana con la excusa de conmemorar el XVI centenario del Edicto de Milán que,
como recordarán algunos de nuestros lectores, fue promulgado por el emperador
Constantino en 313, estableciendo la libertad de cultos en todo el Imperio, lo
que hizo posible el desarrollo del Cristianismo.
Nos ha
hecho especial ilusión el encontrarlo, dado que aquella velada provocó una
agria controversia a la que luego nos referiremos. Su celebración había sido
impulsada por mosén Pepe (D. José María Pereda) que se había hecho cargo de la
Dirección de la Congregación en 1911.
La
velada que comenzó a las nueve de la noche en el antiguo teatro (el de la calle
Mayor) debió durar varias horas, dado que a los números musicales a cargo de
una orquesta, se sumaron interpretaciones musicales, recitados y discursos de
un buen número de personas, de las que podemos destacar algunas.
El
primer interviniente fue D. Leandro María Cañada que era el Presidente de la
Congregación y quien llevó a cabo el intercambio dialéctico en la polémica
posterior. Habló también Agustín María Sierra, un destacado congregante que era
cuñado de D. Carlos Sánchez del Río Peguero, al que sucedió al frente de Ecos del Moncayo, antes de iniciar su
carrera profesional como secretario de varias Audiencias Provinciales.
Dos
fueron las intervenciones de José María Otegui. En una de ellas habló de “Los
mártires y el Edicto de Milán”. No podía intuir que también el moriría
martirizado. Cristiano ejemplar y fundador de la Adoración Nocturna de Borja,
fue detenido en Madrid y torturado en la checa de la calle Duque de Sesto antes
de ser asesinado en la noche del 7 de noviembre de 1937.
D.
Juan Sangüesa era un sacerdote borjano afín a la congregación y D. Domingo
Peña, nacido en Borja en 1873, era en esos momentos beneficiado tenor, luego
canónigo, de la catedral de Valladolid de la que pasó a Zaragoza en 1926.
Tras
la celebración de ese acto, irrumpió con un impreso D. Baltasar González quien,
en nombre del Casino Republicano, inició una agria polémica con Leandro María Cañada
de la que dimos cumplida noticia en este artículo publicado en el blog que
aconsejamos releer. Con la hoja que reproducimos, firmada el 22 de noviembre de
ese año, D. Baltasar ponía el punto final al intercambio de notas.
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