Sobre la ermita de Ntra. Sra. de la Torre, de la que ayer dimos noticia, se alza el llamado castillo de la Raya, situado en el término de Monteagudo de las Vicarías, que era la primera posición defensiva castellana en este sector de la Raya.
El castillo, tal como lo conocemos,
responde a una construcción del siglo XV, levantada sobre una torre anterior
del XIV que suele ser denominada como “Torre de Martín González”, del que en
algunas páginas hemos visto que se afirma que “murió combatiendo en duelo con
el Cid, algo absolutamente imposible desde el punto de vista cronológico.
Aunque pudiera parecer que el castillo se
conserva en aceptable estado, se trata de una ilusión ya que se encuentra
sumido en la ruina que avanza progresivamente, a pesar del carácter simbólico
del monumento y de la equívoca visión que ofrece el exterior de su torre del
homenaje.
Porque, la torre se ha derrumbado por
su cara interior y la perdida de sillares en su base amenazan a lo que ha
quedado en pie.
De las torres que había en las dos esquinas del lienzo opuesto a la del homenaje y de los cubos de los otros lienzos apenas queda nada. En el interior, de planta rectangular, aún se advierten restos significativos y lo que fue un antiguo aljibe.
Es una pena constatar el estado de
abandono de una buena parte de nuestro Patrimonio Cultural; en este caso de un
castillo especialmente querido por D. Federico Bordejé.
Siendo como es una fortaleza castellana,
ha estado muy unida a la historia aragonesa, pues fue ocupado por Pedro IV
durante la guerra de los dos Pedros y, durante largos períodos de su historia,
sus propietarios fueron de origen aragonés.
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