Hoy vamos a comentar otra de las aves captadas por la cámara de Enrique Lacleta en su jardín. Como en ocasiones anteriores, la identificación ha sido realizada por Dª. Pilar Gracia Rivas, aunque ha contado con la colaboración de otros biólogos y, como en este caso, con el definitivo dictamen de un prestigioso catedrático.
Tarea no siempre sencilla, objeto de debates
y correcciones posteriores, como ha ocurrido con el caso de esta obra ave que,
en un artículo anterior, era identificada como Curruca mosquitera (Sylvia
borin), mientras que en un comentario aparecido en Facebook, D. Diego
García Pérez, sugería que era una Curruca capirotada (Sylvia atricapilla),
como así es.
En esta ocasión, nuestro comité asesor se inclina por
identificar esta otra ave como un Colirrojo tizón (Phoenicurus ochruros)
de la familia Muscicapidae y además macho, dado que esta especie tiene un
llamativo diformismo sexual, ya que mientras el macho tiene un plumaje gris
pizarra y líneas blancas en las alas, las plumas de la hembra son de color
gris-marrón. En ambos, la parte inferior y la cola tiene un color anaranjado.
Su descripción
está asociada al naturalista alemán Peter Simon Pallas (1741-1811) y el nombre
de Phoenicurus, guarda relación con el color rojo de su cola, ya que
está formado por la unión de las palabras griegas “Phoenix” (rojo) y “Oura”
(cola).
Aunque se alimenta fundamentalmente de
invertebrados, también puede comer frutos y semillas. En el caso que no ocupa
estuvo picoteando las olivas del jardín, como el resto de las aves que se sintieron
atraídas por ellas.
Recordamos que es un ave que comienza a
cantar unas dos horas antes de amanecer, dando la nota de partida para otras
aves.
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