El pasado fin de semana hemos estado en Añón. No hace mucho tiempo que lo habíamos visitado, aunque en estos tiempos de pandemia, los días pasan con rapidez. El caso es que encontramos muchas novedades de las que iremos dando cuenta.
Una de ellas es la creación del llamado “Muro Bécquer”,
presidido por la imagen del poeta, realizada con teselas de cerámica por J.
Layo Escartín, el mismo autor de otras obras que pueden verse por las calles de
la localidad.
Alternando con otros en su color natural,
se han colocado unos palets pintados de blanco con textos del poeta.
El primero de ellos es “Dices que tienes
corazón y sólo lo dices porque sientes sus latidos; eso no es corazón, es una
máquina que al compás que se mueve hace ruido”. Está tomado de la Rima LXXVII.
El siguiente es de la Rima XXIII “Por
una mirada un mundo; por una sonrisa un cielo; por un beso ¡Yo no sé que te diera
por un beso!”.
Viene a continuación un texto extraído
de la Rima XXXVII “Los suspiros son aire y van al aire. Las lágrimas son agua y
van al mar. Díme, mujer, cuando el amor se olvida ¿Sabes tú a dónde va?
El último es “cuando el tiempo pase y tú
me olvides, silencioso vivirás en mí, porque en la penumbra de mis pensamientos
todos los recuerdos me hablarán de ti”. Aparece repetidamente citado como frase
de Bécquer, pero no hemos encontrado a qué composición pertenece. Especialistas
habrá que podrán aclararlo.
La pared de enfrente ha sido decorada
con este mural de técnica mixta con el título “La vida en mil colores”, del que
lamentamos no conocer el nombre de su autor, pues no aparece, cosa que debería
ser habitual en toda obra de arte.
La pared de enfrente ha sido decorada
con este mural de técnica mixta con el título “La vida en mil colores”, del que
lamentamos no conocer el nombre de su autor, pues no aparece, cosa que debería
ser habitual en toda obra de arte.
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