Castillo de Mesones de Isuela

 

         Cuando ofrecimos la serie sobre “Castillos de España”, a partir de la colección de postales que, a mediados del siglo pasado, publicó Ediciones Vistabella, señalamos que nos faltaban algunas para completar esa colección. Ahora, acabamos de conseguir otras dos, una de las cuales es la dedicada al castillo de Mesones de Isuela, lo que nos permite llamar la atención sobre este excepcional monumento, muy cercano a Borja y muy desconocido.

         Porque se trata de uno de los más importantes castillos aragonés. De planta rectangular, tiene torres en sus esquinas y otras dos en el centro de los lienzos más largos. Su estado de conservación es aceptable, tras las restauraciones acometidas por el Gobierno de Aragón, aunque sería necesario asumir de una vez su rehabilitación integral, dado el interés que tiene.

         En el lugar en el que se ubica existió una antigua fortificación que fue donada en 1175 a la Orden del Temple. Pero el castillo actual es obra del arzobispo zaragozano D. Lope Fernández de Luna, cuyo escudo familiar campea en la portada de acceso.

         Al morir, lo cedió a su hermana Dª. Toda, junto con las localidades de Tierga, Jarque de Moncayo, Sestrica, Nigüella y Lucena de Jalón, que eran de su propiedad. Pasó después a poder de los Ximénez de Urrea.

         Estamos hablando de una fortaleza que a su valor militar, une su condición de residencia señorial, de la que quedan suficientes restos como para formarnos una idea clara de sus características y facilitar su recuperación.

         Pero es la capilla ubicada en el interior de la torre 2, la principal joya del monumento, con su excepcional techumbre de madera policromada, ahora restaurada, que es una de las más importantes no sólo de Aragón, sino de toda España. Bajo la capilla hay un espacio que pudo estar destinado a cripta funeraria, nunca utilizada.

 

         Al torreón le fue adosada en el siglo XVII una ermita, con pórtico, dedicada a Ntra. Sra. de los Ángeles, una imagen de la Virgen sedente, de origen medieval, que se veneraba en el castillo desde donde fue trasladada a la iglesia parroquial. Para quienes quieran conocer el interior de la capilla, ofrecemos este enlace a la página “aragónvirtual.es” que permite efectuar un recorrido de 360º por la misma.