En 2019, dedicamos un reportaje al Parque de la Paz que había sido creado en Magallón, ofreciendo imágenes de todas las placas de cerámica existentes en una zona del mismo, aunque involuntariamente no fotografiamos las del otro sector.
En vísperas de los graves acontecimientos bélicos que
estamos viviendo, hemos vuelto a visitar ese parque, consagrado a esa Paz que,
en Magallón, también ha comenzado a quebrarse, como se aprecia en estos
azulejos.
Pero, en esta ocasión, completamos nuestra tarea fotografiando
los azulejos del otro sector que, como el anterior, mostraba también señales de
ese abandono del camino de la Paz que antes comentábamos.
Los textos de Rigoberta Menchú, San Juan Pablo II y
Confuncio, muestran las señales que, como disparos, han dejado algunos frutos u otras cosas al caer, probablemente hace tiempo.
Alguien debió embestir
contra el texto de Machado, quebrado y con impactos. No cabe duda de que, en
estos momentos difíciles, no basta con proclamar la Paz, sino que es preciso
esforzarse, día a día, por mantenerla.
Ojalá que las noticias que nos llegan del Este de Europa no
terminen por provocar un incendio de imprevisibles consecuencias que puede
afectarnos a todos porque, entre otras cosas, hace tiempo que olvidamos la
vieja máxima romana: “Si vis pacem, para bellum”.
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