Hemos vuelto a visitar el llamado “Géiser de Pozuelo de Aragón”, un lugar catalogado como de “Interés Geológico de Aragón”, situado muy cerca de esa localidad, junto a la carretera de Fuendejalón y al que se puede acceder con facilidad, dado que dispone de un camino en buen estado y bien señalizado desde el casco urbano y en la carretera.
En realidad, es un pozo artesiano, que
se perforó en la década de los años 80 del pasado siglo, tratando de encontrar
agua. Al llegar a los 325 metros de profundidad se perforó un acuífero del Jurásico,
del que emergen a presión sus aguas, a una temperatura de 27,5ºC., alcanzando
varios metros de altura.
Al ser muy ricas en sales, se han ido
depositando formando un cono, de tonos rojizos, posiblemente por sus componentes
ferruginosos, de los que se afirma que aportan beneficios medicinales.
Allí se ha instalado un panel
explicativo en el que se ofrece información sobre las características del pozo,
con un esquema que explica muy bien la forma en que se ha producido el “géiser”.
También incluye otros datos turísticos del municipio.
Bancos y mesa contribuyen a facilitar
la visita de este lugar al que, como hemos dicho, se puede llegar fácilmente en
coche por un camino en el que se puede dar la vuelta. Merece la pena conocer
este curioso fenómeno que, desde hace años, sigue arrojando un chorro de agua que
se recorta con el Moncayo al fondo.
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