El pasado jueves recibimos la visita de dos ilustres miembros de la Real Academia de Ciencias Veterinarias de España, los Excmos. Sres. Dª. María Cinta Mañé Seró y su esposo D. Miguel Ángel Vives Vallés. Ambos han ejercido la docencia, hasta su jubilación, en la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Extremadura, la primera como Profesora Titular de Patología Médica y el segundo como Profesor Titular de Patología Quirúrgica.
La Profª. Mañé Seró, que ya había
entrado en contacto previamente con nosotros, vino a traernos un ejemplar de su
discurso de ingreso en la citada Real Academia, el cual fue contestado por el
Académico de Número, Excmo. Sr. D. José Manuel Etxaniz Makazaga.
Llevaba por título “Albeitería e
ilustración en España. La figura de Francisco González”, un personaje
especialmente vinculado a la comarca de Borja que recogimos en nuestro Diccionario
Biográfico. Como otros autores anteriores habían señalado, se creía que
había nacido en Ainzón en 1760 y fallecido en Borja en 1827.
Las investigaciones realizadas por la
Profª. Mañé, antes y después de su ingreso en la Real Academia, le han
permitido precisar mucho más la biografía de este personaje que llegó a ser
profesor de la Escuela de Veterinaria de Madrid, que tuvo que sufrir el exilio
por su condición de afrancesado y que, tras su retorno, se instaló en Ainzón
como apoderado general de D. Francisco de los Ancos, miembro de una destacada
familia de esa localidad y de La Almunia de Doña Godina, que fue diputado y
senador.
Uno de los descubrimientos más
relevantes ha sido el del registro de defunción en los libros parroquiales de
Ainzón, conservados en el Archivo Diocesano de Tarazona, merced al cual se ha
podido conocer que falleció en esa localidad el 21 de diciembre de 1825, así
como que era natural de La Bisbal.
Quedan todavía muchos aspectos por
conocer, aunque como comentamos en otro artículo su labor en nuestra comarca
está documentada, antes y después de su exilio.
Fue una visita sumamente agradable en
la que nos informó ampliamente acerca de sus trabajos, visitando las
instalaciones del Centro y firmando en el libro de honor junto con su esposo.
Pero, quizás, uno de los momentos más
emocionantes es cuando pudo ver el ejemplar de una de las obras de Francisco
González Gutiérrez (es ella quien ha localizado el segundo apellido), la Memoria
del ganado vacuno destinado a la Agricultura y Comercio, en dos partes
reunidas en un mismo volumen, que adquirimos hace tiempo en el Reino Unido.
Editada en Zaragoza, en 1818, es una obra difícil de conseguir.
La reunión se prolongó hasta primeras
horas de la tarde, teniendo la oportunidad de abordar diversas cuestiones y
sentando las bases para una futura colaboración.
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