El Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria (MVPAC) nos ha enviado el segundo número de sus monografías, dedicada a La cueva de Covalejos (Velo de Piélagos). Ocupaciones neandertales y sapiens en la cuenca baja del río Pas. Actuaciones arqueológicas 1997-1999 y 2002 que han dirigido Ramón Montes Barquín y Juan Sanguino González.
Se trata de un volumen de 466 páginas
que presenta el Vicepresidente del Gobierno de Cantabria D. Pablo Zuloaga Martínez
y prologa la Dra. Julià Maroto Genover, Profesor (sic) Titular de la Universitat
de Girona.
Dividida en cuatro apartados, en el
primero de ellos se sitúa esa cueva y se relata la historia de su investigación
arqueológica, que se remonta al siglo XIX cuando ya fue citada por D. Marcelino
Sanz de Sautuola, aunque su estudio metodológico se lleva a cabo a partir del
1997.
La segunda parte incluye nueve trabajos
dedicados a la Geología y los estudios ambientales, con especial atención a la
fauna, así como a los datos derivados de las piezas dentales humanas
encontradas y al estudio del polen y del combustible empleado en los fuegos
domésticos.
La tercera incluye ocho artículos sobre
datos arqueológicos, entre ellos los artefactos líticos, la industria ósea y
los restos óseos y de malacofauna. Finalmente, el último apartado está dedicado
a las conclusiones del estudio de esta cueva que cuenta con estratos de más de
cuatro metros de potencia que abarcan todo el Paleolítico Medio regional y
buena parte del Superior.
Hemos recibido también la última obra
editada por Xordica, con el nº 105 de su colección “Carrachinas”: El peatón
sentimental, de la que es autor Julio José Ordovás (Zaragoza, 1976),
habitual colaborador de muchas publicaciones periódicas.
Son casi cien (99 exactamente) lucidas
reflexiones en torno a una ciudad que, como Zaragoza, “no es la ciudad más
bonita del mundo, pero tiene su encanto”. A través de sus páginas el autor recorre
y contempla muchos de sus rincones, dejándonos su visión entrañable, como la de
aquel adolescente que llegaba a ella desde la calle Morería del pueblo en el
que creció y del alumno del seminario en el que estudió.
Hemos disfrutado leyendo esta obra en
el que Julio José vuelca su interior, al mismo tiempo que recuerda a sus
autores preferidos y a algunos personajes como a Víctor Laínez, la víctima del
que se llamó el “crimen de los tirantes”, del que afirma que se había criado “a
las faldas del Moncayo”. Nos intrigó, dado que sabíamos que este motero al que
mataron por llevar unos tirantes con la bandera de España había nacido en
Tarrasa. Comoquiera que el apellido Laínez tiene implantación en nuestra comarca,
temimos que nos hubiera pasado desapercibido, pero al final hemos comprobado
que sus abuelos residían en Litago y allí fue enterrado.
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