Entre las aves que Enrique Lacleta encontró en la Estanca de Borja no podía faltar el jilguero europeo (Carduelis carduelis) que conocemos con el nombre de cardelina y que, en el pasado era capturada para conservarla en cautividad, dado su armonioso canto.
De pequeño tamaño, pues no supera los 13 cm de longitud y una envergadura de unos 25, se caracteriza por lo colores de su cabeza, rojo, blanco y negro, con un pico adaptado al tipo de alimentación (granívoro), cónico y afilado, de color pálido.
Su plumaje es blanquecino en la parte
inferior, aunque bordeado de ocre, mientras que la posterior de marrón. Muy característica
es también el ala, de color negro, con una ancha franja amarilla, visible tanto
estando posada como cuando vuela. La cola es negra, escotada, presentando
rectrices con puntas blancas.
Como hemos dicho, es un ave granívora, que se alimenta de semillas de girasol, trigo y sobre todo de las semillas de los cardos. Sobre un cardo captó su imagen Enrique. También puede capturar pequeños insectos.
Aunque vuela por los campos del entorno de la Estanca, se acerca a sus aguas para beber y refrescarse en ellas, zambulléndose como puede verse en estas oportunas fotografías.
Apenas hay diformismo sexual en esta
especie, siendo muy parecidos el macho y la hembra. Suele decirse que el macho
presenta mayor cantidad de plumas rojas en la cara, por lo que la que aparece
reposando, tras el baño, en esta foto pudiera ser una hembra, aunque no dejar
de ser una suposición muy aventurada.
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