Si ayer hablamos de algunas obras de “Los libros del gato negro” que hemos incorporado a nuestra biblioteca, hoy lo hacemos con tres poemarios de la misma editorial. El primero que queremos reseñar es Paisaches, publicado el año pasado. Su autor es Ánchel Conte que ha tenido el acierto de ofrecernos también la traducción al castellano de sus poemas en aragonés. Cuántos recuerdos de aquella primera obra No deixez morir a mia voz, cargada de nostalgia, que leímos con ilusión hace muchos años. Nos acercaba a un idioma que ya languidecía, del que nunca llegamos a imaginarnos que terminaría resurgiendo burocratizado y convertido en instrumento de ilusorias empresas.
En Paisaches, Ánchel nos habla
de mares azules, muy alejados de las tierras altoaragonesas en las que
transcurrió su infancia. Los firma en Vera, que no es la del Somontano del
Moncayo, ni tan siquiera la de la alta Navarra, sino otra Vera, frontera al
mar, al Este de la provincia de Almería.
María Díaz Bello es hermana de Camino,
la novelista a la que hicimos referencia ayer y es ella la que firma el preámbulo
en el que presenta a María como “una diosa griega”, con el poder en la mano “capaz
de enternecer el alma del más áspero de los seres humanos.
A cara o cruz es un poemario en
prosa y verso que María dedica a sus cinco hermanas, “mis relámpagos de luz”.
¿Serán también escritoras Patricia, Teresa, Inés e Irene? Este libro es, como
dice Camino, un recetario de vida, un conjunto de fórmulas magistrales para
amar y para que nos amen. Ha sido publicado este año, pero ya había visto la
luz, en 2017, otro poemario que lleva por título Los versos que no se
olvidan del amor.
También hemos incorporado a nuestros
fondos otro libro de poemas: El buen instante, de Emilio Pedro Gómez,
publicado por la misma editorial en 2021. Su autor, aunque nacido en Astorga ha
desarrollado la mayor parte de su carrera como profesor de Matemáticas en
tierras aragonesas. La ha compaginado con su vocación literaria que le ha llevado
a publicar un buen número de obras, algunas de las cuales llegaron a concitar
el fervor del público, en forma de galardón.
La obra que estamos comentando la
prologa Carlos Blanc Portas. Estaciones, lugares, el mar que no falta, los
espacios más íntimos como la casa, son apartados en los que se agrupan esos
poemas que se asemejan a haikus, aunque como señala Carlos, no le gusta hablar
del haiku, sino de la poesía que brota de su pluma cada vez que escribe,
siguiendo siempre el mismo esquema de tres versos de 5,7 y 5 sílabas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario