Desde el cabezo de la Horca, Enrique Lacleta ha captado esta imagen de Borja con el peñón del castillo y la zona del Cinto que, rodeada de murallas era, en realidad, la alcazaba o verdadero castillo, con acceso por la Portaza o “puerta del Cierzo”.
Es precisamente la situación de las
murallas lo que continúa constituyendo para nosotros un motivo de especial
preocupación. Declaradas Bien de Interés Cultural, son uno de los escasos
ejemplos de fortificaciones de época califal conservados en Aragón, a pesar de
lo cual se encuentran en completo abandono y lo que, es más triste, sin merecer
la atención necesaria por quienes debían proteger nuestro patrimonio.
Basta comparar la situación actual con
imágenes de hace unos años (no demasiados) para constatar las pérdidas
volumétricas que se han ido produciendo. Nunca es tarde para salvar lo que
queda, pero para ello se requiere tomar conciencia de su importancia histórica
y arqueológico, algo que no está al alcance de quienes carecen de la más mínima
sensibilidad y formación.
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