Aunque los dispositivos de seguridad de la Casa de Aguilar (alarmas y cámaras de vigilancia) se mantuvieron operativos, el corte en las líneas telefónicas que padecimos a consecuencia de una mala actuación en el desescombro de edificio derrumbado en la calle Coloma, provocó la ruptura de la comunicación con la central de alarmas, lo que constituía un riesgo evidente para actuar con rapidez en caso de intrusión.
Hemos tenido que asumir el control
permanente durante varias semanas hasta que, finalmente, se ha vuelto a
restablecer la línea telefónica correspondiente, que es diferente a la del
teléfono e Internet, que recuperamos antes.
A raíz de la visita efectuada a la Casa
por los responsables de seguridad de la Diputación Provincial de Zaragoza,
propietaria del edificio, para comprobar el estado de las redes, se han
implementado nuevas medidas, como el reemplazo del monitor de las alarmas y la
instalación de un mayor número de extintores contraincendios, por considerar
insuficiente el número de los existentes.
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