El falso retrato de Josefa Amar y Borbón

         En el primer número de la revista Aragón es otra historia, de cuya aparición nos ocupamos recientemente, aparece un artículo de Esther P. Nogarol que lleva por título “Esa no soy yo. Josefa Amar y Borbón” en la que reivindica de nuevo la figura de la era hija del médico borjano D. José Amar y Arguedas (lo que no se suele mencionar) y activa defensora de los derechos de la mujer a finales del siglo XVIII, al mismo tiempo que denuncia que la imagen que suele vincularse a su nombre no es la suya.

         También nosotros hemos utilizado ese grabado cuando nos hemos referido, en alguna ocasión, a Josefa Amar (1749-1833),  pues ha sido ampliamente difundida en Internet, aunque ya ha sido retirado de su biografía en Wikipedia. Porque la imagen corresponde a otra ilustre escritora posterior: Patrocinio de Biedma y la Moneda (1845-1927).

         Patrocinio había nacido en Begíjar (Jaén) el 13 de marzo de 1845 y, aunque quedó huérfana de padre a los cuatro años, su madre le procuró una esmerada educación. Desde muy niña mostró especial inclinación por la Literatura  Contrajo matrimonio con un hijo de marqués de San Miguel de la Vega a los 16 años, con el que tuvo tres hijos que fallecieron muy prematuramente, así como el esposo. Viuda a los 27 años, encontró consuelo escribiendo. Terminó estableciéndose en Cádiz donde volvió a casarse con el director de la Crónica Gaditana y archivero de la Diputación D. José Rodríguez.

         Allí fue donde desarrolló la práctica totalidad de su producción literaria que aunó con su defensa de los derechos de la mujer, su entrega a la causa del pacifismo y su dedicación a la protección de la Infancia, por lo que fue distinguida con la Cruz de la Orden de la Beneficencia de Primera Clase, con la que aparece en varios de sus retratos porque, al vivir ya en la época de la Fotografía se conservan varios, algunos de los cuales ilustraron como huecograbados las páginas de la prensa. Uno de ellos fue el que dio al error con Josefa Amar que, desde aquí, también queremos contribuir a corregir.

         Lo que ocurre es que de Josefa no se conserva ningún retrato y la única imagen que podemos relacionar con ella es la de las armas que su hermano, el virrey D. Antonio de Amar y Borbón, mandó colocar en el lienzo de San Cristóbal que donó a la colegiata de Santa María antes de cruzar el océano para tomar posesión del virreinato del Nuevo Reino de Granada, detalle que junto al hecho de que otra de las hermanas se casó en Borja, pone de manifiesto esa relación de los Amar con nuestra ciudad que suele ser eludida sistemáticamente.