Hemos recibido el nº 126 de la revista La magia de viajar por Aragón en cuya introducción se afirma que, ante este verano, “la gente [está] deseando salir, viendo ya el final del túnel de la pandemia”, y aunque advierte que “no hay que bajar la guardia”, la revista participa “de ese prudente entusiasmo”. En realidad, no hace sino compartir ese mantra que, desde los medios oficiales, nos vienen transmitiendo con palabras y hechos acerca de que la crisis está a punto de resolverse, cuando no es así como lo demuestran los sucesivos brotes. El que sean menos letales que hace unos meses no quiere decir nada. Nadie puede conocer la evolución de la enfermedad ni las sorpresas que puede depararnos. Debemos seguir alerta y, por triste que resulte y hasta contrario a los intereses de muchas personas, los auténticos especialistas advierten que las concentraciones y los desplazamientos son peligrosos.
En
cuanto al contenido, la revista dedica especial atención a los Senderos Turísticos
de Aragón. Son muchos y ninguno en nuestra zona, salvo el GR 90 “Sendero
ibérico zaragozano” que pasa por Purujosa y finaliza en Calcena, de donde parte
su variante 90.1 que llega a Talamantes.
Destacamos
también el artículo de Luis Iribarren dedicado a “Canal de Berdún, la Jacetania
olvidada”, con mención expresa a Majones, la hermosa localidad que visitábamos
todos los años, con ocasión de esas Jornadas Culturales del Románico.
En
una de las páginas de La magia de viajar por Aragón, se
anunciaba la aparición de una nueva revista, Aragón es otra historia, cuyo primer número hemos adquirido y, en
cierto modo, no ha colmado nuestras expectativas.
Dedicar
un artículo a “El retorno de los cascos”, presentando como un triunfo la
recuperación de estas piezas, contribuye a alimentar la tesis oficial en contra
de la opinión de los expertos que han podido constatar el gran fraude que se
oculta en torno a esos cascos reconstruidos y que ya sospechaban desde el
inicio.
Continuar
con la mitificación del “capitán Palafox” (así se le denomina en el comic
central) representa la continuidad de un proceso que, en algún momento, habrá
que quebrar para analizar quién fue realmente D. José Rebolledo de Palafox y
Melci. Afirmar que “los franceses ha pasado a cuchillo a todo bicho viviente en
Mallén” tampoco se ajusta estrictamente a la verdad. Desde hace mucho tiempo
venimos defendiendo la necesidad de revisar esa etapa de nuestra historia que,
si en el pasado, sirvió para reafirmar nuestra identidad nacional, ya es hora
de que se abandone esa dicotomía de buenos y malos y, sobre todo, desde el
punto de vista militar se transmita una visión real de lo acaecido y podamos
conocer quiénes fueron los que incumplieron las normas de guerra vigentes en aquel
momento; quiénes maltrataron con mayor crudeza al personal civil; o los hechos
heroicos protagonizados por amigos y enemigos.
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