miércoles, 21 de julio de 2021

Revistas recibidas 357

 

         Hemos recibido el volumen 51-1 de la revista Mélanges de la Casa de Velázquez que incluye un interesante dossier dedicado a “Estrategias y procedimientos de identificación de los extranjeros (mundos hispánicos-Mediterráneos, siglos XVII-XIX)”, coordinado por Arnaud Bartolomei y Sylvain Lloret.

         Óscar Recio Morales presenta una figura poco conocida la del “Protector de extranjeros” en España, a partir del siglo XVI que, en realidad no fue una única figura, sino que hubo varias encargadas de esta misión, aunque circunscrita a determinados colectivos. Jörg Ulbert analizar los procedimientos establecidos por la monarquía francesa para evitar la instalación permanente en otros países (especialmente musulmanes) de sus ciudadanos y su posible conversión al Islam.

         Por su parte, Arnaud Bartolomei aborda otro problema importante como es de la decisión del gobierno revolucionario francés de dar de baja en los registros consulares a los ciudadanos que, para evitar su expulsión de España, habían jurado fidelidad a Carlos IV. Carla Brielli escribe sobre la migración genovesa y la afiliación consular en las costas atlánticas, mientras que Tomás Pérez Vejo presenta la problemática planteada en las nacientes repúblicas americanas con aquellos españoles, nacidos en Europa pero residentes en ellas. Finalmente, Anne Marie Planel aborda otro problema, el de la protección consular dispensada a los argelinos, tras la incorporación del país al Segundo Imperio y los conflictos con el bey de Túnez.


        Nos ha llegado, asimismo, el nº 408 de El Masino, en cuyo editorial está presente esa falsa sensación de que “parece que la epidemia va remitiendo”, lo que se traduce en un notable incremento de actividades en la programación cultural. De ahí el título de “+ Cultura”.

         Como es habitual, junto con la información municipal y crónicas de las actividades desarrolladas, incluye colaboraciones sobre temas locales. Una de ellas es la de Dª. Imelda Andrés que relata dos anécdotas de las que queremos recordar la protagonizada por un personaje ya entrado en años que respondía al nombre de “Tío Román” el cual fue a un comercio en el que provocó cierta hilaridad al manifestar que deseaba comprar un espejo, dejando a las clientas sorprendidas al explicarles que “Los jóvenes necesitan el espejo para enamorar y los viejos para no desagradar”. Pues eso...



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