miércoles, 14 de julio de 2021

Completando la colección de obras de García Bacca CXXIII

 

         Desde Buenos Aires, donde lo localizó el Dr. Aretxaga y no sin dificultades pudimos adquirirlo, nos ha llegado con rapidez el nº 23 de la revista Nosotros, una revista fundada en 1907 por Alfredo Bianchi y Roberto Giusti que tuvo indudable incidencia en la vida cultural argentina.

         El interés hacia este número, publicado en febrero de 1938, radicaba en el hecho de que en él apareció un artículo de Juan David García Bacca del que no se sabía, hasta hace muy poco, que hubiera publicado nada ese año en el que acaba de exiliarse en París. Momentos difíciles a los que ya hemos hecho referencia en alguna otra ocasión, en los que se disponía a imprimir un giro radical en su trayectoria vital.

         El artículo está dedicado a Moritz Schlick (1882-1936) y más que una necrológica constituye una reivindicación de su figura. Aunque nacido en Berlín, fue el fundador del “Círculo de Viena”, un influyente grupo de pensadores y filósofos, en el que García Bacca cree ver “una semejanza estructural con la academia platónica”, como centro germinal más que como centro de atracción.

         No deja de ser sorprendente que, cuando las circunstancias no eran las más propicias para escribir, García Bacca recuerde la figura de un filósofo de cuyo asesinato, acaecido dos años antes, había tenido noticia cuando se encontraba participando en el II Congreso Internacional de Filosofía de las Ciencias en Copenhague.

         Y es significativo que la persona a la que vuelve su mirada fuera un profesor víctima de los disparos de un antiguo alumno que terminó integrándose en el Partido Nacional Socialista tras el Anschluss. Posiblemente era ya simpatizante de los nazis y, desde luego, el ascenso de esa ideología en Austria había incidido muy negativamente en los miembros del “Círculo de Viena”, muchos de los cuales se exiliaron. Moritz Schlick permaneció en su cátedra hasta caer abatido en la propia universidad. No puede ser casual que el García Bacca que acababa de huir de una España en llamas, rompa su silencio para escribir sobre esta víctima de la intolerancia, casi dos años después de su muerte.


         La Universidad de Málaga ha publicado recientemente una recopilación de trabajos del Prof. D. Andrés Martínez Lorca que lleva por título Sobre la melancolía, por la diversidad cultural, contra la guerra. Un diálogo con Aristóteles, Kant, Gramsci y Russell, que hemos adquirido, dado que el autor, al recordar en el prólogo a los maestros que influyeron en su formación y a los autores con los que se ha sentido vinculado intelectualmente, menciona entre los filósofos del exilio exterior a Juan David García Bacca.

         El Prof. Martínez Lorca es almeriense y allí ejerció la docencia como profesor de Historia de la Filosofía, primero en el Colegio Universitario y, más tarde, en la nueva Facultad de Filosofía y Letras. Posteriormente, se trasladó a Madrid donde finalizó su carrera docente como Catedrático emérito de Filosofía Medieval en la UNED.

         Sin embargo, ha estado siempre muy vinculado a Málaga por razones familiares donde colaboró con varios medios de comunicación, siendo el primer corresponsal de El País en esa ciudad.

         Al margen de su referencia a García Bacca, la obra que comentamos es interesante porque, como comenta en la introducción, es fruto de un largo y sostenido trabajo de investigación y todo ello nadando “contracorriente buscando un mejor conocimiento del mundo y más solidaridad entre los humanos”. Esa búsqueda le llevó a dejar “el Sur en que nací y el mar junto al que me crié”, algo muy duro cuyo lenitivo fue la dedicación a lo “que me gustaba, la enseñanza universitaria”.



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