Desde
Buenos Aires, donde lo localizó el Dr. Aretxaga y no sin dificultades pudimos
adquirirlo, nos ha llegado con rapidez el nº 23 de la revista Nosotros, una revista fundada en 1907
por Alfredo Bianchi y Roberto Giusti que tuvo indudable incidencia en la vida
cultural argentina.
El interés hacia este número, publicado en febrero de 1938, radicaba en el hecho de que en él apareció un artículo de Juan David García Bacca del que no se sabía, hasta hace muy poco, que hubiera publicado nada ese año en el que acaba de exiliarse en París. Momentos difíciles a los que ya hemos hecho referencia en alguna otra ocasión, en los que se disponía a imprimir un giro radical en su trayectoria vital.
El
artículo está dedicado a Moritz Schlick (1882-1936) y más que una necrológica
constituye una reivindicación de su figura. Aunque nacido en Berlín, fue el
fundador del “Círculo de Viena”, un influyente grupo de pensadores y filósofos,
en el que García Bacca cree ver “una semejanza estructural con la academia
platónica”, como centro germinal más que como centro de atracción.
No
deja de ser sorprendente que, cuando las circunstancias no eran las más
propicias para escribir, García Bacca recuerde la figura de un filósofo de cuyo
asesinato, acaecido dos años antes, había tenido noticia cuando se encontraba
participando en el II Congreso Internacional de Filosofía de las Ciencias en
Copenhague.
Y
es significativo que la persona a la que vuelve su mirada fuera un profesor
víctima de los disparos de un antiguo alumno que terminó integrándose en el
Partido Nacional Socialista tras el Anschluss. Posiblemente era ya simpatizante
de los nazis y, desde luego, el ascenso de esa ideología en Austria había incidido
muy negativamente en los miembros del “Círculo de Viena”, muchos de los cuales
se exiliaron. Moritz Schlick permaneció en su cátedra hasta caer abatido en la
propia universidad. No puede ser casual que el García Bacca que acababa de huir
de una España en llamas, rompa su silencio para escribir sobre esta víctima de
la intolerancia, casi dos años después de su muerte.
La
Universidad de Málaga ha publicado recientemente una recopilación de trabajos
del Prof. D. Andrés Martínez Lorca que lleva por título Sobre la melancolía, por la diversidad cultural, contra la guerra. Un
diálogo con Aristóteles, Kant, Gramsci y Russell, que hemos adquirido, dado
que el autor, al recordar en el prólogo a los maestros que influyeron en su
formación y a los autores con los que se ha sentido vinculado intelectualmente,
menciona entre los filósofos del exilio exterior a Juan David García Bacca.
El
Prof. Martínez Lorca es almeriense y allí ejerció la docencia como profesor de
Historia de la Filosofía, primero en el Colegio Universitario y, más tarde, en
la nueva Facultad de Filosofía y Letras. Posteriormente, se trasladó a Madrid
donde finalizó su carrera docente como Catedrático emérito de Filosofía
Medieval en la UNED.
Sin
embargo, ha estado siempre muy vinculado a Málaga por razones familiares donde
colaboró con varios medios de comunicación, siendo el primer corresponsal de El
País en esa ciudad.
Al
margen de su referencia a García Bacca, la obra que comentamos es interesante
porque, como comenta en la introducción, es fruto de un largo y sostenido trabajo
de investigación y todo ello nadando “contracorriente buscando un mejor
conocimiento del mundo y más solidaridad entre los humanos”. Esa búsqueda le
llevó a dejar “el Sur en que nací y el mar junto al que me crié”, algo muy duro
cuyo lenitivo fue la dedicación a lo “que me gustaba, la enseñanza
universitaria”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario