miércoles, 7 de julio de 2021

Flores en San Martín de la Virgen del Moncayo

         Hace años, el P. Luis Arcos ante algunas críticas por la excesiva duración de sus homilías, nos ponía como ejemplo a sus feligreses del Congo, donde ejercía su ministerio pastoral como misionero, los cuales debían recorrer muchos kilómetros, cada domingo, para asistir a la celebración del Santo Sacrificio de la Misa, sin importarles la duración de la misma.

         Por razones que algunos ya comprenden y otros lo comprenderán pronto, hemos decidido imitar a los cristianos congoleños, viajando algo más cómodamente que ellos  hasta San Martín de la Virgen del Moncayo para cumplir cada semana con lo que antes se llamaba el precepto dominical.

         Las molestias del viaje se ven sobradamente compensadas por la experiencia espiritual en un templo surgido como consecuencia del amor de un hombre hacia su localidad natal, pero también por la posibilidad de disfrutar de la belleza de una localidad que sus vecinos cuidan con mimo.



         Para quienes, desde hace tiempo, hemos emprendido una cruzada particular para estimular la decoración floral de nuestras localidades, ver en San Martín la profusión de flores de todo tipo, desde la Casa Consistorial a las de la mayor parte de los edificios privados, constituye un auténtico placer.

         Si a ello, añadimos la posibilidad de disfrutar de una excelente comida en el restaurante “El Fogón” (de raíces borjanas) como hicimos nosotros, el peregrinaje forzado a San Martín, compensa con creces. El problema es que ya somos bastantes los que vamos hasta allí y como se lleguen a organizar viajes en autobús, las cuestiones logísticas se van a complicar. Habrá que ofrecer otras alternativas, como Lituénigo que también es precioso y cuenta con una comunidad parroquial muy bien atendida.


 

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