martes, 27 de julio de 2021

Supuestos retratos auténticos de Jesucristo y la Virgen María

         Aunque los artistas de todos los tiempos representaron de muy diversas formas la imagen de Jesucristo, tanto en el momento cumbre de su Pasión y muerte, como en los diferentes episodios de su vida pública, ha sido una preocupación constante de los cristianos intentar aproximarse a la que pudo ser su auténtico rostro, algo imposible de conocer aunque, en el siglo XIX se difundió un “verdadero retrato” reconstruido a partir de la descripción que un supuesto Gobernador de Judea había incluido en una carta dirigida al Senado Romano.

         Es evidente que esa carta es apócrifa, dado que del autor Publius Lentulus, al que se ha querido presentar como antecesor de Pilato en Judea, no se tienen noticias históricas fehacientes y, por otra parte, la “carta” incurre en anacronismos en cuanto a su contenido e incorrecciones en la forma de redactarlas.

         Se supone que fue obra de un autor anónimo de comienzos del siglo XIV y pronto alcanzó amplia difusión (en la Biblioteca Nacional existen dos versiones en sendos manuscritos), especialmente tras haber sido transcrita en el prólogo de la Vita Christi que el cartujo Ludolfo de Sajonia, compuso a mediados del siglo XIV.

 

         La carta, traducida al español, aparece en la litografía que se conserva en el archivo del Centro de Estudios Borjanos, editada en Francia por Casse frères, de Saint Gaudens, siendo su autor Antoine Bes, como se menciona en la parte inferior de la litografía.

         Sabemos que Antoine Bes había nacido el 31 de marzo de 1807 y era yerno de Jean François Dubreuil, con quien estuvo asociado en su empresa editora, de la que salieron numerosos retratos de diversas personalidades francesas y estampas religiosas. Si, como parece razonable, su “verdadero retrato” de Cristo fue editado en su propia empresa, el del Centro de Estudios Borjanos correspondería a una edición posterior, porque el “retrato” tuvo amplia difusión.



         En la Biblioteca Nacional de España se conserva otra versión, prácticamente inédita, aunque impresa en Madrid por J. Donon, en la que no se menciona al verdadero autor. Otra pequeña diferencia es la del nombre del autor de la carta que aquí aparece como “Publio Lentulo”, mientras que en el nuestro figura como “Publio Lentelo”.


         Junto con el retrato de Jesucristo se conserva en nuestro archivo este otro de la Virgen María, realizado por el mismo Antoine Bes y editado también por Casse frères. En este caso, como autoridad que acredite la “exactitud” de la representación al evangelista San Lucas, del que la tradición afirma que fue pintor y que fue el autor de un retrato de la Virgen, un tema que ha servido de inspiración a otros muchos autores.

         Estos dos “verdaderos” retratos que conservamos no dejan de ser la expresión del deseo de los fieles, un tanto crédulos, por intentar conocer el rostro de Cristo y de su Madre. Distinto es el caso de los estudios realizados “científicamente” a partir de la Sábana Santa que, de ser una reliquia auténtica, permitiría reconstruir la faz de quien fue amortajado con ella.


         A partir de ella, éste sería el rostro de la persona a la que correspondería la reliquia que, para los que defienden esa hipótesis, fue el propio Jesucristo. Distinto es el caso de otros “estudios” en los que se ha tomado en consideración el aspecto más común entre los varones judíos de aquella época.


         Fruto de esas interpretaciones fue el modelo que Richard Neave presentó, en 2001, en un documental de la BBC como la verdadera imagen de Cristo que, lógicamente, fue objeto de rechazo por parte de todos los creyentes para quienes un Dios hecho hombre era imposible que asumiera ese aspecto tan alejado de las representaciones habituales.






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