Estos días, el Ebro experimenta su primera crecida que, como es habitual, ha afectado a Novillas. Así lo reflejan las fotografías remitidas por D. Guillermo Carranza Alcalde, tomadas por él en la mañana del pasado sábado.
Es cierto que se trata de una avenida “ordinaria” que, como refleja el
tajamar, se acerca a los 7 metros, aunque alejada de otras cotas históricas que
allí se señalan.
Pero ello no impide que, cada
vez que esto ocurre, se inunden varias hectáreas de los campos de cultivo de
una localidad que, en ocasiones, ha visto llegar las aguas a sus calles, lo que
afortunadamente no ha sucedido ahora. Pero los daños ocasionados vuelven a
repetirse, como denunciaba el Alcalde.
Estas dos
últimas fotografías corresponden al tramo final del río Huecha, antes de su
desembocadura en el Ebro, el cual discurre por el término de La Codera, zona de
tierra inundable. Los árboles del fondo marcan la línea del cauce, aunque el
hito que se ve en la primera foto, señala cotas no alcanzadas ahora.
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