En el envío de la Institución “Fernando el Católico” que estamos comentando estos días se incluían los tres últimos números de Cuadernos de Aragón, una publicación que siempre nos plantea duda, dado que aún cuando surgió como revista y tiene ISSN, su carácter monográfico ha hecho que también disponga de ISBN. Nosotros la seguimos registrando como revista.
El nº
81 lleva por título Pinturas y alhajas de
María Teresa de Vallabriga y sus autores son el Prof. D. Manuel García
Guatas y la Profª. Dª. Carolina Naya Franco que estudian las colecciones que
constituyeron el ornato de las dos casas en que vivió en Zaragoza, María Teresa
de Vallabriga y su posterior dispersión.
Había
llegado a la capital aragonesa, siendo ya viuda del infante D. Luis de Borbón,
hermano menor de Carlos III, con autorización del nuevo monarca Carlos IV, tras
varios años de un particular “exilio” al que se habían visto condenados por el
enlace morganático.
María
Teresa pudo volver a su ciudad natal pero sin sus hijos. Cuando llegó a finales
de 1792 tenía 26 años y en la capital aragonesa tuvo dos residencias: el
palacio Zaporta (con el llamado patio de la Infanta) y una casa en la plaza de
España, ambas desaparecidas. Al menos 147 pinturas decoraban las estancias de
esas casas y disponía también de una excelente colección de joyas, las más
valiosas de las cuales donó al Pilar.
Cascabeles entre bandas rojigualdas. La
máscara de Ateca es el trabajo que se da a conocer en el nº 82 en el que D.
Francisco J. Martínez García estudia minuciosamente la tradición de esa figura
entrañable para los habitantes de la localidad, asociada a la fiesta de San
Blas, Patrono de la villa, a través de 34 capítulos. Especialmente interesante
es el 31, en que señala los errores que se cometen en relación con esta
tradición.
Por si
alguno de nuestros lectores no la conociera, la máscara de Ateca, podría ser en
opinión del autor un botarga relacionado con la procesión del Corpus que
posteriormente cobró carta de naturaleza en la fiesta citada. El personaje que
lo representa, vestido con un traje rojo y gualda que recuerda a los
cipotegatos y se toca con un gorro con cascabeles. Va armado con una espada y
una rodela con las que se defiende de los ataques de la chiquillería en su
ascenso a la ermita de San Blas acompañando a la imagen del Santo.
El nº
83 reproduce el discurso de ingreso de Dª. Cristina Mallor Giménez como miembro
de la Academia Aragonesa de Gastronomía y la contestación a cargo del
Presidente de la misma D. Ángel Luis González Vera.
La borraja (Borago oficinalis L.). Una
planta emblemática de Aragón fue el tema elegido por la nueva académica,
estructurando su disertación en 9 apartados: Nomenclatura y aspectos botánicos;
origen e historia de la borraja; la borraja como hortaliza; borraja y salud;
biodiversidad de la especie; borraja y gastronomía; la borraja en el mercado;
la cofradía gastronómica de la borraja y el crespillo de Aragón; y agua de
borrajas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario