Ambel, como tantas otras localidades, está viviendo unas Navidades diferentes en las que ha tenido que suspenderse uno de los actos más entrañables, la representación del belén viviente en la noche del 24 de diciembre. Sin embargo, como muestran las fotografías que nos ha remitido su Alcaldesa Dª. Paula Trívez Herranz, frente a la Casa Consistorial se ha plantado el singular árbol de Navidad.
Tanto
ese árbol como la decoración del pilar de la Virgen del Pilar y de los árboles
que lo rodean, así como los de la plaza de las Verduras son fruto del incansable
trabajo de la Asociación de Mujeres que, año tras año, suman nuevas labores de
ganchillo.
Como
hemos indicado, no se pudo representar el belén viviente pero la plaza de San
Miguel fue preparada como si hubiera sido posible y en la fachada de la iglesia
parroquial se colocaron los transparentes con escenas del Nuevo Testamento y en
su lateral se dispuso el portal que hubiera protagonizado ese acto en el que
toman parte niños y mayores.
Nos gustaría mucho que este año fuera el
último en el que esas escenas iluminadas pudieran ser colocadas en la fachada
de la iglesia, porque eso significaría que, por fin, habría culminado la
restauración de la misma, con la apertura de los vanos de la arquería central,
como ya se hizo con los de la superior, devolviendo el esplendor original a
este monumento, declarado Bien de Interés Cultural.
Mientras
la iglesia parroquial permanece cerrada, como consecuencia del dilatado proceso
de su restauración, los cultos se celebran en la ermita del Rosario que es,
asimismo, otro importante monumento. Allí se instaló el Nacimiento, decorado
con flores y luces, propias de estos días.
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