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         Élites políticas y religiosas, devociones y santos (siglos XVI-XVIII) es una recopilación de trabajos, de diferentes autores, sobre la religiosidad de una etapa surgida de la Contrarreforma en la que el culto a los santos alcanzó especial importancia y se manifestó en creaciones artísticas, muchas de ellas debidas al mecenazgo de determinadas personas.

         De su contenido nos ha interesado especialmente el artículo del Prof. D. Jesús Criado Mainar, titulado “Clemente Serrano, canónigo de la catedral de Santa María de la Huerta de Tarazona. Labor diocesana y de patronazgo artístico”. Nacido en Calcena hacia 1525 donó a la iglesia parroquial de esa localidad el retablo mayor y, en su testamento, dejó también una manda en favor del Santuario de Misericordia de Borja.

         Juan Ramón Royo escribe sobre “El proceso informativo de Zaragoza para la beatificación de San Francisco de Borja en 1610”. Entre los testigos que depusieron figura en primer lugar el arzobispo D. Tomás de Borja, hermano del Santo, pero también el canónigo borjano D. Jaime Moncayo, cosa que no conocíamos.

         Otro trabajo relacionado con la familia Borja es el de Ana Morte Acín que lleva por título “Doña Gerónima Zaporta y Sor Antonio de Borja: Devoción y conflicto en torno a una fundación conventual en el siglo XVII zaragozano”.

         En El siglo XIX: el arte en la corte española y en las nuevas colecciones peninsulares, se ofrecen las lecciones impartidas en el curso de la Cátedra “Goya” que, bajo la dirección de la Profª. Dª. María del Carmen Lacarra, tuvo lugar en noviembre de 2019, el cual finalizó con una visita realizada a las localidades oscenses de Fonz y Barbastro.

         De las lecciones impartidas, destacamos la de D. José Ignacio Calvo Ruata que ofreció una interesante panorámica como “Coleccionistas de Goya en el siglo XIX”. D. Wifredo Rincón García habló sobre el escultor Ponciano Ponzano y sus trabajos en Madrid, mientras que el Prof. D. Manuel García Guatas lo hizo sobre dos pintores de Zaragoza en la corte de Portugal, concretamente Enrique Casanova y Salvador Escolá. Respecto al primero, nos gustaría conocer su relación con la rama de la familia Casanova establecida en Borja, de la que, en realidad, sabemos muy poco.