Ayer fue el día elegido para, dejando atrás los majestuosos dromedarios en los que solía marchar por el desierto, subir en busca de la nieve que teñía las cumbres cercanas, llegando incluso a los Picos de Herrera y otras cotas inferiores.
De su
excursión nos ha traído unas bonitas fotografías, a través de las cuales se ha
revelado como un experto artista en esta manifestación artística, a través de
la cual puede proyectar su profunda sensibilidad hacia la Naturaleza, para lo
que cuenta con importantes antecedentes familiares.
Poniendo
a prueba su experiencia como rastreador en el desierto, pudo captar estas
imágenes de corzos ramoneando. “Las huellas en la nieve son más nítidas que en
la arena” nos comentaba, algo que no sabíamos.
Entre
las fotos no podían faltar algunas con un toque navideño, aunque no podemos
ofrecer toda la colección que nos ha hecho llegar con detalles verdaderamente
llamativos.
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