Hubo un tiempo en el que la recuperación económica de Borja se cifraba en la construcción de un embalse en Morana que pudiera incrementar el caudal de agua necesario para potenciar los riegos de nuestra ciudad.
Había
entonces en Borja dos medios de comunicación. El más veterano era Ecos del Moncayo y otro que con el
título de La Comarca era mucho más
innovador, tanto en su diseño como en el aspecto gráfico. Uno y otro apoyaron
con enorme entusiasmo el proyecto de Morana en el que, con una frase un tanto
rimbombante, veían “los resplandores de una aurora de abundancia.
Todo
ello ocurrió en 1926, en unos momentos en el que iniciaba su andadura la
Confederación Hidrográfica del Ebro, aunque la construcción del embalse de
Morana iba a ser asumida directamente por Borja y Ambel.
Mientras
La Comarca publicó un croquis de los
riegos de la cuenca alta, Ecos del
Moncayo, dio a conocer en dos números, la Memoria que había presentado el ingeniero
D. Antonio López Franco al Sindicato de Riegos de Borja.
Una copia
de ese informe ha llegado ahora a nuestro poder, con la firma de ese prestigioso
ingeniero y datado el 24 de mayo de 1926, en el que se recogían sus optimistas
previsiones sobre el notable incremento de caudal que podría lograrse.
Le
acompañó en sus trabajos “el alumno de la escuela de Ingenieros de Caminos, D.
Santiago de Castro”. Se trataba de un miembro de la dinastía borjana de los
Castro, concretamente Santiago de Castro Cardús, hermano de Julio Alejandro,
que fue un importante Ingeniero de Caminos, al que dedicaremos la atención que
merece, dado que no lo incluimos en nuestro Diccionario
Biográfico.
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