miércoles, 16 de diciembre de 2020

El porvenir de Borja está en Morana

 

         Hubo un tiempo en el que la recuperación económica de Borja se cifraba en la construcción de un embalse en Morana que pudiera incrementar el caudal de agua necesario para potenciar los riegos de nuestra ciudad.


         Había entonces en Borja dos medios de comunicación. El más veterano era Ecos del Moncayo y otro que con el título de La Comarca era mucho más innovador, tanto en su diseño como en el aspecto gráfico. Uno y otro apoyaron con enorme entusiasmo el proyecto de Morana en el que, con una frase un tanto rimbombante, veían “los resplandores de una aurora de abundancia.


         Todo ello ocurrió en 1926, en unos momentos en el que iniciaba su andadura la Confederación Hidrográfica del Ebro, aunque la construcción del embalse de Morana iba a ser asumida directamente por Borja y Ambel.

         Mientras La Comarca publicó un croquis de los riegos de la cuenca alta, Ecos del Moncayo, dio a conocer en dos números, la Memoria que había presentado el ingeniero D. Antonio López Franco al Sindicato de Riegos de Borja.



         Una copia de ese informe ha llegado ahora a nuestro poder, con la firma de ese prestigioso ingeniero y datado el 24 de mayo de 1926, en el que se recogían sus optimistas previsiones sobre el notable incremento de caudal que podría lograrse.

         Le acompañó en sus trabajos “el alumno de la escuela de Ingenieros de Caminos, D. Santiago de Castro”. Se trataba de un miembro de la dinastía borjana de los Castro, concretamente Santiago de Castro Cardús, hermano de Julio Alejandro, que fue un importante Ingeniero de Caminos, al que dedicaremos la atención que merece, dado que no lo incluimos en nuestro Diccionario Biográfico.




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