La información
conservada en el Centro de Estudios Borjanos es de tal entidad que ya resulta
imposible de manejar sin disponer de un detallado inventario de sus fondos,
tarea en la que estamos inmersos pero cuya complejidad es muy grande, dado que
como venimos informando ya hemos alcanzado el número de 108.000 registros sólo
referidos a imágenes digitalizadas.
Precisamente intentando reunir todas las existentes, hemos encontrado un archivo con datos muy interesantes sobre obras públicas en Ainzón. No recordábamos su existencia, aunque creemos que esa información nos fue facilitada en su momento por D. Carlos Castán.
En ese
fondo aparece un proyecto de construcción de Escuelas Públicas en Ainzón, en
una fecha tan remota como 1880, lo que demuestra el interés de la corporación
municipal por mejorar el nivel educativo en esa localidad.
El
proyecto no era desconocido, ya que fue citado por Laura Aldama y Mónica
Vázquez en un artículo publicado en el nº 25 de Artigrama (2010) que trataba sobre la labor de la Diputación
Provincial en las construcciones escolares, durante el primer tercio del siglo
XX. Lógicamente se hacía referencia a las actuales escuelas de Ainzón (también
muy interesantes), mencionando el proyecto anterior que no llegó a buen
término. Comoquiera que en ese artículo no se incluían imágenes del proyecto,
las ofrecemos aquí, destacando su interés.
El
autor del proyecto fue el arquitecto provincial D. Félix Navarro, que lo firmó
el 25 de octubre de 1880. Las escuelas iban a ser construidas en la “calle del
Medio” y resulta sumamente llamativa la concepción de este edificio de cuatro
plantas con unos grandes ventanales acristalados en las dos destinadas a aulas.
Además, la planta baja y la tercera estaban destinadas a viviendas para los dos
profesores: maestro y maestra.
Las
aulas, además de luminosas eran muy amplias. Inmediatamente después de la entrada
había un ropero para que los niños pudieran colgar su ropa. Con la tribuna del
maestro en el centro, el espacio se distribuía en zonas, una dedicada a “lectura
y enseñanza oral” y otra a la escritura, con 40 pupitres para otros tantos
alumnos. También disponía de lo que se denomina “Secretaría” que sería un
espacio reservado al maestro.
En
cuanto a las viviendas para el maestro y la maestra también eran amplias y
dignas, respondiendo al diseño de la época en la que los dormitorios eran “alcobas”
abiertas a otras habitaciones. En este caso a la Sala y al llamado “Gabinete”. Junto
a la concina había un comedor y, en el pasillo tras el recibidor existía un
amplio ropero y un cuarto sin iluminación que podía ser destinado a varios
usos.
Al
margen de las especiales características del proyecto que se aleja bastante de
las concepciones posteriores, lo que merece ser resaltado es ese interés de las
autoridades de Ainzón en el campo educativo que hicieron de la localidad un caso
singular en nuestra zona.
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