lunes, 17 de mayo de 2021

Una foto que pudo cambiar una restauración

         Cuando se estaba procediendo a la restauración de la Casa de Aguilar, hace ya más de veinte años, en el cuerpo adosado a la fachada principal, aparecieron las trazas de unas columnas de ladrillo aplantillado que sugerían con claridad la existencia allí de una logia o galería abierta.

         El arquitecto director del proyecto, aunque era consciente de ello, no se atrevió a reproducirla por la falta de testimonios gráficos que indicaran como había sido. Ello era cierto, dado que en todas las fotografías que teníamos no se veía con claridad cómo era esa parte de la casa.

         Sin embargo, ahora disponemos de esta preciosa y antigua fotografía en la que se ve perfectamente la existencia de esa bonita galería de cuatro arcos de medio punto apoyados en las columnitas de ladrillo a la que hemos hecho referencia. La tartana allí “aparcada” oculta la puerta que debió haber en la planta inferior.

         En la fachada principal todavía no se había abierto la puerta secundaria que hubo que cerrar y en el balcón principal llaman la atención las macetas. El edificio no estaba en buen estado, pero al menos las flores mejoraban su aspecto. Junto a la puerta se ve la placa original de la plaza que fue retirada y sustituida por el ridículo azulejo que colocaron en otro lugar.


         Como decimos en el titular, de haber tenido entonces esa foto, el resultado de la intervención hubiera sido muy diferente del que muestra esta otra imagen que corresponde al estado actual y acceso habitual a nuestras instalaciones.




 

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