Ayer se celebró la
solemnidad de la Santísima Trinidad y nosotros tuvimos la oportunidad de
asistir a la Eucaristía que, en San Martín de la Virgen del Moncayo, presidió
su párroco y canónigo de la catedral de Tarazona D. Miguel Antonio Franco
Garza.
En su hermosa homilía, recordó que también se celebraba la jornada “pro orantibus” dedicada a rezar por quienes, desde los monasterios de clausura, lo hacen habitualmente por todos nosotros Aludió expresamente a los conventos de religiosas de clausura de nuestra diócesis, entre ellos los de Borja, e invitó a todos los fieles a recurrir a ellos en los momentos de dificultad o tribulación.
Con algunos de los muchos fieles que, respetando las normas de seguridad, estuvieron
presentes en la celebración eucarística, pudimos recordar la historia de ese
templo neogótico, construido en el siglo XX, gracias a la munificencia de D.
Salvador Gómez Sánchez, un hijo de la localidad que, enriquecido en Filipinas, no
sólo levantó la iglesia sino que llevó a cabo otras muchas obras en favor de
sus paisanos.
Preciosa
jornada en un municipio que destaca por la limpieza de sus calles, la
afabilidad de sus vecinos y los múltiples atractivos que hacen de él un destino
turístico de primer orden, hasta el punto de que, a pesar de sus diversos
restaurantes no pudimos encontrar mesa para comer, teniendo que terminar degustando
las buenas tapas de uno de sus bares.
No hay comentarios:
Publicar un comentario