Libros recibidos 418

         El Rolde de Estudios Aragoneses nos ha remitido las dos últimas obras que ha editado. Una de ellas es El País de los aragoneses que lleva el nº 17 de la colección “Val de Bernera” y ha sido coordinada por Carlos Serrano Lacarra, que es el autor del capítulo dedicado a Geografía, territorio y economía.

         Miguel Ángel Pallarés escribe sobre la Historia de Aragón, mientras que Guillero Vicente Guerrero lo hace sobre el Derecho aragonés. El Patrimonio en sus diferentes facetas es objeto de atención por parte de Rafael Vidaller Tricas, Vicente Chueca Yus y Julia Ara Oliván. El capítulo dedicado a las letras y las artes los firman Antonio López Lasheras, María Luisa Royo Sasot y Enrique Vallespín Domínguez.

         La obra va precedida por un prólogo de Eloy Fernández Clemente y el epílogo ha sido escrito por José Ignacio López Susín. En la introducción, Carlos Seco explica que uno de los objetivos fundamentales es el proporcionar para la asignatura de “Historia y Cultura de Aragón”.

         No obstante si los escolares desean obtener información sobre nuestra comarca, tendrán que recurrir a otras fuentes, pues las referencias que hemos encontrado son escasas y, entre las numerosas ilustraciones del libro, sólo hemos visto dos fotografías en el artículo del Dr. Pallarés, la de un As de Bursau, de nuestro Centro, y el retrato de D. Carlos San Gil Lajusticia. También se inserta la de un antiguo horno de Magallón que sólo puede ser identificado por el pié de foto.

         La Dra. Dª. Elena Marcén Guillén es la autora de Los museos aragoneses y su arquitectura, publicada con el nº 70 de “Cuadernos de Cultura Aragonesa”, en el que presenta una amplia visión de la arquitectura museística, desde lo que denomina “precarios inicios” del Museo de Zaragoza en el siglo XIX, hasta la aparición de otros muchos durante el siglo XX, para llegar en el XXI a “una expansión museística sin precedentes”.

         Aquí sí que se mencionan dos de los museos de Borja, el de la Colegiata y el Arqueológico, con fotografías de ambos. Y junto a ellos la mayor parte de los existentes en nuestra comunidad lo que convierte a esta obra en un instrumento útil para su conocimiento, aunque echamos de menos que no se haya incluido una tabla o cuadro con los municipios en los que existen museos o centros de interpretación susceptibles de ser visitados.