Recordando antiguos establecimientos a través de sus facturas

         Ya dimos noticia de algunas de las facturas e impresos que estábamos recopilando como testimonio de antiguos establecimientos comerciales. Hoy queremos mostrar algunas otras, comenzando por talleres de carpintería, dos de los cuales se encontraban en la plaza de Santa María, el de José Terrén y la carpintería mecánica de Antonio Sanjuán Murillo.

         Lo que no se detalla en las facturas es el lugar donde estaban situados el taller de carpintería de Cosme Aznar y el de ebanistería de Enrique Embún, todos desaparecidos salvo que “Muebles Aznar” sea heredero de uno de ellos.

         Perteneciente al mismo sector eran los talleres de carretería de los que sólo conservamos facturas del de Santiago Viamonte que estaba ubicado en la plaza de Santo Domingo, pero no del de Mariano Viamonte, sito en la calle Moncayo.

         A los talleres de hojalatería y cerrajería de los que dimos noticia en el artículo anterior, sumamos ahora la cerrajería mecánica de José Fábregas que estaba en la calle Mayor, “junto al huerto de Reales” que ignoramos a qué se refiere. En el nº 2 de la plaza de Casanova estaba la hojalatería de Ángel Pascual.

         En cuanto a ferreterías conservamos facturas de la de Emilio Zaro que estaba en la calle Carnicerías (actualmente de Alfaro Malumbres) y de la de Murillo, que junto con los artículos de ferretería ofrecía también una amplia gama de productos. Su titular era D. Luis Murillo, que se proclamaba sucesor de su padre D. Juan Murillo. Al morir, se hizo cargo del negocio su viuda. Siguiendo la costumbre de la época, en las facturas figuraba al principio una señal de duelo en forma de ángulo negro. Más tarde conocimos al frente de este establecimiento a los hijos de D. Luis, Joaquín y Juana.

         Una franja negra de luto aparecía también en las facturas de Mariano Palomar, “sucesor de la viuda de Manuel Adán” que tenía su almacén de material de construcción y de abonos, en la avenida de Cervantes.