En la escalera de acceso a las bodegas de Casa de Aguilar se conserva un busto de S. M. el Rey Juan Carlos I, obra del escultor D. Ángel Bayod, donado por su hija Dª. Teresa Bayod.
El busto, que consta
de dos partes adosadas, fue utilizado para realizar los moldes que sirvieron
para su fundición en bronce y llegó con algunos desperfectos, por lo que tuvo
que ser restaurado.
El Salón de
Plenos de la Casa Consistorial de Zaragoza no está presidido por un gran retrato
del monarca reinante, sino por su busto en bronce, ubicado en una pequeña
hornacina, tras la mesa presidencial y no demasiado visible.
El de D. Juan Carlos fue encargado
al escultor Ángel Bayod Usón que hizo entrega del mismo el 1 de abril de 1977.
En la ficha correspondiente del patrimonio artístico del Ayuntamiento de
Zaragoza se indica que tiene 61 cm de altura por 50 de anchura y 39 de largo.
Realizado en bronce fundido a la cera perdida y patinado, su precio fue de 175.000
pesetas (algo más de 1.000 euros).
Tras la proclamación de Felipe VI,
el Ayuntamiento de la capital aragonesa que, en aquellos momentos, presidía D.
Juan Alberto Belloch encargó su busto al escultor Fernando García Grúas, siendo
su coste el de 2.632 euros. En esta imagen se ve al Alcalde, junto a D. Antonio
Mostalac, Jefe del Patrimonio Cultural del Ayuntamiento, visitando el taller
del escultor. Al lado del busto en arcilla de D. Felipe vemos otro en escayola
que era un vaciado del de D. Juan Carlos, posiblemente para que tuvieran medidas
y características similares.
Ese es el busto
que ahora preside el Salón desde la hornacina, mientras que en el Centro,
conservamos lo que, en definitiva, es un documento histórico, el modelo que
sirvió para fundir el del anterior monarca.
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