lunes, 10 de junio de 2024

El Moncayo como destino

 

         Ha pasado ya bastante tiempo desde que un terrible incendio arrasó lo que, desde hacía casi un siglo, había sido un espacio natural de singular importancia para nuestra ciudad. No hemos vuelto desde los días posteriores a la catástrofe y el comienzo de la tala de tantos árboles quemados que nuestra generación no volverá a ver resurgir.


         Aquel castigo de proporciones bíblicas (y en nuestra opinión lo fue) ha provocado el que todos aquellos que subían hasta la Muela para disfrutar del contacto con la Naturaleza, paseando por aquellos hermosos caminos, hayan quedado privados de lo que, para muchos, se había convertido en una necesaria rutina.

 

         El sábado estuvimos en el Moncayo, la alternativa más cercana para disfrutar de unos bosques que se salvaron gracias al sacrificio de otros. Nos sorprendió el que un Parque Natural tan hermoso no tenga mayor número de visitantes, lo que no deja de ser una ventaja para poder disfrutarlo sin agobios.

 




         Desde la fuente del Sacristán recorrimos las sendas del hayedo de Peña Roya, constando la buena señalización, la limpieza y el cuidado puesto en el mantenimiento de los espacios comunes. Si a ello unimos la posibilidad de disfrutar de una buena comida en el propio monte, la experiencia resultó sumamente gratificante sin necesidad de llevar a cabo grandes excesos y adentrarnos por rutas más exigentes, que las hay.


 


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