La
catalogación del archivo de la familia Zapata nos viene deparando, como era
previsible, algunas sorpresas. Ayer, nos tocó en suerte, y nunca mejor dicho,
la identificación de unas octavillas, como la que reproducimos que, por la mala
calidad del papel y por impresión realizada de forma un tanto descuidada,
podrían habernos pasado desapercibidas.
Sin embargo, se trata de unas piezas de gran interés, pues
corresponden a billetes de la primera Lotería Primitiva que existió en España y
de los que se conservan muy pocos ejemplares.
Pero
en el archivo hemos encontrado, por el momento, nada menos que 14 ejemplares,
todos ellos apuestas realizadas en diversos meses de 1859, a un mismo número,
el 1498.
Ello
nos ha incitado a revisar la historia de estos sorteos que fueron implantados
en España en 1763, durante el reinado de Carlos III. Fue el marqués de Esquilache
el que introdujo esta lotería, que ya existía en Francia e Italia, país este
último de donde era originaria, siendo conocida con el nombre de “Lotto”. La
había creado el marqués de Astorga, en 1672, en el reino de Nápoles, de donde
se extendió a otros lugares.
Las apuestas se podían realizar al "Estracto
simple" (un solo número); al "Ambo” (dos números); al "Terno"
(tres números) o al "Quaterno" (los cuatro números). En los billetes
que reproducimos se pueden ver las cantidades apostadas en las modalidades “Amb” (Ambo) y “Ter” (Terno), así como la
retribución que recibían en caso de acierto. El mecanismo del juego entrañaba
algunas complicaciones, existiendo publicaciones para explicarlo, cosa que
hasta ahora no hemos llegado a comprender perfectamente.
Fue en
1812, poco antes de ser promulgada la primera Constitución Española, cuando se
creó la que se llamó “Lotería Moderna”, la actual Lotería Nacional, mientras
que la anterior que no tenía un nombre específico hasta entonces, aunque solía
ser denominada “Lotería por números”, pasó a llamarse “Lotería Primitiva”.
Ambas coexistieron hasta 1869, año en el que fue suprimida la primitiva por los
problemas que entrañaba, sobre todo para el control de las cantidades
apostadas, dado que un elevado número de apuestas sobre un mismo número o en
cantidad muy elevada, podía resultar ruinoso para el Estado en caso de acierto.
Finalmente, en 1985 volvió a ser reintroducida con éxito, aunque con mayor
número de combinaciones.
Hemos
comentado que la Loto procedía de Italia y en este archivo hemos encontrado
también dos billetes de Nápoles correspondientes a un sorteo del año 1700 que
ofrecen un interés aún mayor.
Porque,
tras consultar las páginas italianas que tratan sobre esta cuestión, hemos
encontrado esta imagen de un billete del sorteo celebrado en noviembre de 1769,
perteneciente a la colección M. Pirone, del que se afirma que “es uno de los
más antiguos hoy conocidos”. Los nuestros son 69 años anteriores, por lo que,
en uno y otro caso, estamos ante auténticas rarezas que acrecientan su valor.
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