Gallur
y Tauste recordarán la figura del general D. Jaime Rudesindo Ortega y Olleta en
unas jornadas de las que, por el momento, sólo disponemos del cartel anunciador,
y que se desarrollarán en Gallur el próximo 26 de septiembre y en Tauste el 5
de octubre.
Aunque
nacido en Tauste, donde reposan sus restos, el padre era natural de Gallur,
localidad en la que se levanta la casa familiar, ahora restaurada.
Jaime Ortega fue un brillante militar que,
durante la I Guerra Carlista, fue recompensado con tres cruces de San Fernando
por su heroico comportamiento, algo verdaderamente insólito, así como el
ascenso a comandante, por méritos de guerra a los 22 años. A los 26 años era
coronel y a los 30 Mariscal de Campo. Capitán General de Canarias y luego de
Baleares, su trayectoria experimentó un inexplicable cambio cuando, desde su
fidelidad a Isabel II, protagonizó un golpe militar a favor del pretendiente
carlista. Tras desembarcar en San Carlos de la Rápita, al frente de 4.000
soldados, fue capturado en Calanda y condenado por un Consejo de Guerra
sumarísimo, fusilado el 18 de abril de 1860.
En
febrero de 2017 recordábamos en este blog que, el 28 de dicho mes se cumplirían
los 200 años de su nacimiento en Tauste, señalando la conveniencia de organizar
algún acto conmemorativo, dada la relevancia de este singular personaje, en
cuya biografía existen todavía numerosos interrogantes sin desvelar.
Uno de
ellos es, precisamente, su relación personal con Dª. Teresa González de
Castejón y Arnedo (1828-1904). Nacida en Cascante, fue una mujer de excepcional
belleza que, en 1847, contrajo matrimonio en la iglesia de Nuestra Señora de la
Victoria de Cascante con el borjano D. Vicente Álvarez de Espejo y Navarro de
Egui, estableciendo su residencia en nuestra ciudad, en el palacio de los
Navarro de Egui, situado junto al arco de la Carrera.
El 16
de septiembre de 1859, Isabel II le extendió Real Carta de Sucesión en el
título de marquesa de González de Castejón, convirtiéndose en la segunda
poseedora de este título creado a favor de D. Pedro de Castejón y Salazar, en
1783.
Teresa marchó a
Francia, como dama de compañía de la emperatriz Eugenia de Montijo, viviendo
aquella época fascinante en la que París se convirtió en referente para todo el
mundo. Allí nació su hijo, el futuro General laureado D. Ricardo Álvarez de
Espejo y González de Castejón.
Algunos autores han señalado
que, por entonces, el general Ortega se encontraba exiliado en la capital
francesa y ello, sin duda, favoreció la amistad entre ambos, que se mantuvo durante
toda su vida. Porque lo cierto es que, cuando el militar fue condenado a
muerte, Teresa estuvo con él la víspera de su ejecución en el castillo de
Tortosa, proponiéndole la huida en nombre de la reina y le hizo entrega de un
pañuelo que se conservaba en el mausoleo de Tauste.
La II marquesa de González de Castejón reposa en el
cementerio de Borja, junto con su hijo nacido en París, en el hermoso mausoleo
que éste mandó construir. De ahí, buena parte de nuestro interés por este
ilustre taustano, tan vinculado a nuestra zona, al que ahora van a recordar
tanto Gallur como su localidad natal.
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