Durante
la visita efectuada al Palacio de Rajoy (Pazo de Raxoi), sede de la corporación
municipal de Santiago de Compostela tuvimos la oportunidad de contemplar la
forma en que son conservados los símbolos municipales de la ciudad, a los que
vamos a referirnos en este comentario.
Antes,
debemos recordar que el palacio está situado en la plaza del Obradoiro, frente a la
catedral, y fue construido en 1766, como consecuencia de la decisión adoptada por
la Capitanía General de Galicia y la Real
Cámara que, para compaginar los intereses contrapuestos del arzobispo D.
Bartolomé Rajoy Losada y del concejo, encargó al arquitecto francés Carlos
Lemaur el proyecto de un magnífico edificio que sirviera al mismo tiempo de
seminario para confesores, como deseaba el arzobispo y de sede del consistorio
compostelano.
De clara
inspiración francesa, cuenta en su planta noble con varias salas a las que se
accede por una gran escalera monumental, presidida por el busto del arzobispo
que le da nombre.
En
el Salón principal, donde fuimos recibidos
por el Sr. Alcalde, pudimos ver el pendón de la ciudad, en el interior de una
vitrina, mientras que al otro lado se encontraban las banderas de España, de
Galicia, de la ciudad y de la Unión Europea, distinguiendo claramente lo que es
el pendón histórico de la bandera, algo sobre lo que venimos insistiendo
reiteradamente en nuestra ciudad, donde el pendón ocupa el lugar de la bandera.
Al
otro extremo y en sendas vitrinas se guardas las mazas de plata, otro de los
elementos distintivos de la corporación. Lo mismo debería suceder en Borja,
aunque en este caso las mazas originales de plata fueron robadas durante la
Guerra de la Independencia, siendo las actuales consecuencia de la decisión
adoptada en 1889 para que el Ayuntamiento de Borja pudiera concurrir con la
debida solemnidad a los actos conmemorativos del I Centenario de la Virgen de
la Peana, reemplazando a las de madera que, desde el expolio de la guerra, se
había visto obligado a utilizar.
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