Comentábamos
en un artículo anterior que el comandante D. Joaquín García-Morato había
residido en Magallón, en el transcurso de la Guerra Civil y que existía una
fotografía suya realizada allí. La hemos encontrado ahora en las memorias que
publicó la Editora Nacional, poco después de su fallecimiento. En ella puede
verse al legendario piloto leyendo en la biblioteca de la casa de los Pérez
Cistué, donde se alojó mientras desempeñó el puesto de Jefe de la 3ª Sección de
Operaciones del Estado Mayor de la Primera Brigada Hispana, para el que había
sido nombrado en diciembre de 1937.
Esta
unidad, formada por pilotos españoles, había sido creada para contrapesar la
influencia de la Legión Cóndor y de la Aviación Legionaria italiana que, en
cierta medida, venían actuando con independencia desde el inicio de la guerra.
Para
formar parte de su Estado Mayor fueron llamados los más prestigiosos pilotos,
entre los que se encontraba García Morato que, al frente de su escuadrilla con
el lema “Vista, suerte y al toro” ya había logrado la Laureada de San Fernando.
En las
cercanías de Magallón se habían habilitado varios aeródromos, entre ellos dos de
nueva creación, el de Gallur y el de Buñuel, junto con el Ablitas que había
sido construido anteriormente.
Su
estancia en Magallón fue relativamente corta, pues pocos meses después volvió a
asumir el mando de su escuadrilla. De hecho, en sus memorias no hay ninguna
mención expresa a esta localidad y sí las hay en cambio a Daroca, donde estuvo
posteriormente y donde participó en la procesión del Corpus, llevando el pendón
de Jaime I y rehabilitó su frontón, dada su afición a la pelota a mano.
García
Morato había nacido en Melilla el 4 de mayo de 1904 y falleció en Griñón, el 4
de abril de 1939, cuando iba a cumplir los 35 años, a consecuencia de un
accidente acaecido mientras pilotaba su “Fiat 3-51” en el que había volado toda
la guerra, participando en el rodaje de una película.
En su
hoja de servicios figuraban 1.012 horas de vuelo con 511 servicios de guerra,
144 combates aéreos y 40 aparatos derribados. Herido dos veces, sólo había
sufrido un derribo, aunque ocasionado por el fuego de un avión de su propia
escuadrilla.
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