La
plaza del Olmo fue el escenario elegido para recrear la presentación ante los
Reyes de varias corporaciones, así como el encuentro con Juan de Coloma, todo
lo cual fue explicado por el relator a las personas que abarrotaban el recinto.
Procedentes
de la parroquia de San Bartolomé, donde tiene su sede canónica, llegó la
cofradía que tiene como titular a ese Santo Apóstol. Su máximo representante
saludó a los Reyes, mientras el resto de sus integrantes rendían su pendón con
gran marcialidad.
Seguidamente
lo hizo el representante de la cofradía de San Sebastián, la única de nuestra
ciudad que ostenta el título de “Real”. Los monarcas recordaron el papel de sus
miembros, todos ellos ganaderos, en la prosperidad del reino, al igual que la
de San Bartolomé reunía a los agricultores, cuya actividad era otra de las
bases económicas de estos territorios.
También
saludó a los soberanos el abad de Veruela que había acudido a recibirles con
una representación de los monjes de ese monasterio, alojándose en la casa que
tenían en la calle de San Bartolomé, una de las más antiguas que se conservan
en nuestra ciudad.
De uno
de los edificios de la plaza salió el Secretario Real, mosén Juan de Coloma,
acompañado por su esposa. En una cordial entrevista, el rey expresó su
satisfacción por visitar la ciudad en la que había nacido Coloma y le agradeció
los relevantes servicios prestados tanto a su padre como a él. Se hizo alusión
a los asuntos en los que había intervenido y se recordó que allí, junto a la
plaza, iba a ordenar la construcción de un templo dedicado a Nuestra Señora de
Belén, como así hizo posteriormente.
Terminado
este acto, el cortejo se encaminó por las calles Mayor y Costa hacía la plaza
de Santo Domingo, donde iba a tener lugar la siguiente escena de la recreación.
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