Uno de
los edificios más importantes de Ainzón es la iglesia parroquial de Ntra. Sra.
de Piedad que, sin embargo, no ha sido objeto de declaración específica por
parte del Gobierno de Aragón, a pesar de haber sido completamente restaurada.
En el
lugar en el que hoy se levanta el templo existió una antigua iglesia mudéjar
que pudo tener un precedente románico. Hacía 1648, fue levantada la fábrica
actual que fue objeto de una nueva transformación en el siglo XVIII, aunque no
disponemos de un estudio detallado de su evolución arquitectónica.
En el
archivo del Centro de Estudios Borjanos disponemos de imágenes del estado en
que se encontraba el monumento antes de la restauración acometida, según
proyecto del arquitecto D. Miguel Ángel Bordejé Mugüerza que, tras su prematuro
fallecimiento fue continuada por D. Alfredo San Gil.
La
obra se llevó a cabo en tres fases, entre 1999 y 2007, afectando tanto al
exterior como al interior del templo, en el que se conservan importantes obras
de arte, entre las que destaca la bellísima imagen del Santo Cristo de la
Capilla, Patrón de la localidad, la cual formaba parte del exorno de la
primitiva iglesia.
En
2016 y por iniciativa del entonces párroco D. José Luis Sofín, se creó un
importante Museo Parroquial en una de las dependencias del templo, cuyo
proyecto fue encomendado al Dr. D. Alberto Aguilera, en el que se exhiben obra
de gran interés a las que hemos hecho referencia en ocasiones anteriores.
Otro
monumento de singular importancia, por tratarse de un impresionante templo medieval
de grandes proporciones, es la ermita de San Sebastián, situada en las afueras
de la población. Tampoco goza de protección específica, salvo la del Plan
General de Ordenación Urbana, encontrándose en un lamentable estado de
abandono. Para nosotros constituye un motivo de especial preocupación, por
considerar que, al igual que se ha hecho con otros monumentos singulares, debe
ser declarado “Bien Catalogado del Patrimonio Cultural Aragonés” y se han de
encontrar las fórmulas necesarias para garantizar su salvación.
Ainzón
posee muestras significativas de la arquitectura civil de propiedad privada,
pero entre los elementos de titularidad pública hay que destacar el arco de San
Antón, una de las puertas de acceso al recinto medieval que sí ha sido
restaurado.
Como
ha ocurrido en otros municipios, también fue restaurado el lavadero público, un
ejemplo de arquitectura popular que suele ser objeto de especial atención,
posiblemente por el arraigo que tiene entre la población.
No
ocurre lo mismo con los restos que localizamos de su antiguo castillo,
embutidos en un edificio de la plaza de la Constitución. Teóricamente, están
protegidos genéricamente por las vigentes leyes de Patrimonio. Sin embargo, no
aparece mencionado en la relación de castillos, que por orden de 17 de abril de
2006, fueron declarados “Bien de Interés Cultural” e incluso dudamos de que, a pesar
del tiempo transcurrido desde que lo dimos a conocer, se tenga constancia de su
existencia.
Finalmente
queremos mencionar el edificio del Grupo Escolar en el que, a pesar de las
transformaciones a que ha sido sometido, mantiene el aspecto original del
primitivo proyecto que, en la actualidad, está siendo objeto de estudio.
Resumiendo,
debemos destacar el hecho de que Ainzón no cuente con ningún edificio declarado;
el buen estado de conservación de su iglesia parroquial y la existencia en ella
de un interesante museo, frente al abandono de la ermita de San Sebastián, y la
necesidad de un estudio y revalorización del antiguo castillo.
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