Poco antes de las diez de la noche, una ceremonia en la plaza del Mercado puso fin a
la recreación, tras dos agotadoras jornadas que habían transcurrido con enorme
brillantez.
Formalmente,
se trataba de despedir simbólicamente a los monarcas, tras su estancia en
nuestra ciudad, por parte del Justicia, pero despojados ya de su papel y
asumiendo su condición de Alcalde, fue el momento de los agradecimientos a las
numerosas personas que habían contribuido a su éxito.
Hizo
alusión a todos los que han participado en los cortejos, a quienes desde el anonimato
han dado soporte a los actos, como los miembros de la brigada municipal. No quiso
mencionar nombres concretos, personificando a todos en la figura del Director
de la recreación D. Benito de Ramón.
Hizo
alusión a la especial contribución del Concejal Delegado de Cultura D. Jorge
Jiménez que ha hecho gala de sus facultades como actor y de su enorme capacidad
de trabajo. No es de extrañar, por lo tanto, que se emocionara profundamente
cuando recibió el abrazo de la primera actriz de la recreación, la que encarnó
el papel de reina Isabel, Carolina Urzaiz.
Por
nuestra parte, queremos mencionar también a otra persona clave, la esposa de
Benito de Ramón Dª. María Ángeles Ferrández que, en la segunda de las imágenes, aparece
bailando con el Sr. Concejal y sin cuyo trabajo abnegado muchas cosas no
hubieran sido posibles.
Cuando
los disparos de una pieza de artillería señalaron el final de todo, los
miembros de nuestro Centro se reunieron en la Casa de Aguilar para tributar un
sencillo homenaje a quien, hace tres años, concibió la idea de la recreación,
elaboró el guion de la misma y, junto con un cercano colaborador, redactó sus
textos.
Sorprendido
por esa muestra de cariño, hizo suyas las palabras del general McArthur,
recordando que el nombre de los viejos soldados se desvanece en el tiempo, pero
su recuerdo permanece en las obras que crearon. El que la recreación haya sido
asumida por todos y que, como señaló el Sr. Alcalde, lleve camino de
convertirse en una de las señas de identidad de la ciudad, constituye el mejor
de sus triunfos. Para ello, dijo, no bastaba con lanzar una idea, sino que era
necesaria la favorable acogida que tuvo, por parte del M. I. Ayuntamiento, auténtico
protagonista en la materialización del evento, tanto por parte de la anterior
corporación como de la actual. A su amparo surgieron grupos tan importantes
como el de danzas medievales o se materializó el ejemplar trabajo de la
Asociación de Mujeres.
Nosotros
queremos expresar también nuestro agradecimiento a todos los que contribuyeron
a la modesta aportación del Centro en esta última edición. Los que quisieron
formar parte del grupo de franciscanos, mucho menor que en ocasiones anteriores
(quedaron ocho hábitos sin repartir); entre ellos hubo quien, además, nos ayudó
a colocar las velas en las calles, manteniéndolas encendidas dentro de lo
posible. Finalmente, debemos mencionar también a los jóvenes y ancianos que
haciendo frente al calor, el viento, el frío y hasta la lluvia, se encargaron
de la realización de las fotografías que han ilustrado las crónicas publicadas
en este blog.
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