Este
año se decidió recrear la escena del reconocimiento a Pedro Lázaro, el borjano
que salvó la vida del rey Fernando con ocasión del atentado sufrido en
Barcelona, poco después de su estancia en Borja, en la plaza de Santo Domingo.
No nos
habíamos percatado del cambio experimentado en el monumento central, en el que
el estanque que lo rodeaba ha sido reconvertido en macetero. Como en los otros
lugares de la recreación la presencia de público fue muy numerosa.
Adosado
a la fachada de la antigua iglesia conventual de Santo Domingo se había
dispuesto un estrado en el que se situaron los Reyes con su familia y séquito,
así como con el Justicia y Jurados.
Hasta allí
llegó Pedro Lázaro, acompañado por su esposa, otra novedad importante de este
año, para recibir el agradecimiento de los monarcas.
Tras
cumplimentarles, Pedro Lázaro evocó aquellos dramáticos momentos en los que se
lanzó con valor para reducir al agresor.
Otra sorpresa
fue que, mientras relataba lo ocurrido, fue representado en la plaza lo
ocurrido en Barcelona, con el enfrentamiento entre Pedro Lázaro y el agresor,
hasta lograr reducirlo.
En
agradecimiento, el rey le hizo entrega del arma que había esgrimido el agresor
y que conservó la familia Lázaro hasta que hizo entrega de la misma al
Gobernador de Aragón.
Desde
allí y por la calle de Costa marcharon todos hacia la plaza de España, donde se
puso en escena el siguiente acto, del que informaremos ya mañana (junto con los
restantes), dado el elevado número de artículos que hoy hemos insertado. Además,
el frío que se abatió sobre el palenque en el que se celebraban las justas,
agarrotó nuestros miembros impidiéndonos continuar con la ímproba labor de
redactar nuevas entradas para el blog
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