sábado, 13 de julio de 2019

La evolución del Patrimonio arquitectónico de Alberite de San Juan


         Entre sus monumentos destaca la iglesia parroquial de la Asunción de Nuestra Señora que, por Orden de 4 de julio de 2002, fue declarada “Bien Catalogado del Patrimonio Cultural Aragonés”, formando parte del conjunto que se denominó “Aragón Mudéjar”.





         Su ábside y el primer tramo de la nave es una obra de excelente factura mudéjar y de tipología prácticamente idéntica a la iglesia parroquial de San Miguel de Ambel, a cuya encomienda hospitalaria pertenecía Alberite. Como destacaba el Prof. Borrás hay que datarla en un período no precisado de mediados del siglo XIV. Pero por razones que no se conocen la obra quedó interrumpida y al reanudarse las obras se modificó completamente su fábrica que pasó a utilizar mampostería encintada. En nuestra opinión la causa pudo ser la guerra de los dos Pedros que, o bien paralizó los trabajos, lo que es más probable, o provocó graves daños que obligaron a su reconstrucción.




         A los pies de la nave se alza la actual torre campanario que suele ser datada en el siglo XIX. Sin embargo, la aparición durante los trabajos de restauración de vigas decoradas modifica completamente esta opinión. Las vigas fueron arrojadas a una escombrera de donde pudo ser recuperada la que aparece en esta imagen. Ello nos hace pensar que pudo formar parte del complejo del castillo al que luego nos referiremos.




         Este era el estado que presentaba la iglesia, antes de que el Gobierno de Aragón acometiera su restauración, en 1992, según proyecto del arquitecto D. Julio Clúa Martínez que dio lugar a la completa recuperación del monumento, tanto exterior como interiormente.




         Al urbanizar la plaza, derribando unos edificios y muros que allí existían aparecieron los restos de un torreón islámico que pudo ser el origen del castillo que aparece documentado desde época medieval y que pudo incluir la actual torre de la iglesia.




         Pudieron recuperarse varias hiladas de sillares almohadillados que el Prof. Borrás dató en la segunda mitad del siglo XI. A pesar de su importancia, los restos del torreón no fueron incluidos entre los castillos declarados específicamente “Bien de Interés Cultural” por Orden de 17 de abril de 2006 del Gobierno de Aragón, aunque están protegidos genéricamente por las vigentes leyes de Patrimonio Cultural.



         Otro elemento de interés, aunque no goce de protección específica es el arco de acceso al municipio, a pesar de lo cual fue el primer bien en ser restaurado por la Diputación Provincial de Zaragoza, siendo Presidente D. Gaspar Castellanos.




         Este es su estado actual por ambas caras. En la exterior se colocaron unas placas con el escudo de la corporación provincial y la fecha de rehabilitación: 1980.




         Como ejemplo de arquitectura popular hay que mencionar la nevera existente en la partida de El Quez que se encontraba abandonada, colmatado su interior con vertidos y con la parte exterior en ruinas.





         En 2015, el Ayuntamiento procedió a su completa restauración, limpiando el interior de la nevera, que se conserva en perfecto estado, y rehaciendo el espacio de acceso, dotándole al mismo tiempo de un lucernario en la parte superior.




         Dentro del término municipal se encuentra también el pilar de San Gregorio, el único conservado en Alberite para el que se ha optado, recientemente, por una solución singular: levantar una réplica del mismo junto al original, cuando lo más razonable hubiera sido restaurar éste.





         En atención a Pedro Domínguez Barrios que fue quien llamó la atención sobre ellas, señalamos también la existencia de dos almenaras o casillas de riego, otros ejemplos de arquitectura popular que hay que conservar y cuyo estado de abandono las colocan en situación de riesgo.
         Resumiendo, en el caso de Alberite de San Juan, el monumento más importante goza de declaración y está completamente restaurado. Los restos del torreón islámico merecerían una protección específica. Es relevante la labor realizada en otros bienes representativos de la arquitectura popular, como el arco y la nevera. Sería conveniente consolidar el pilar de San Gregorio (original) y preservar las almenaras a las que hemos hecho referencia.

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