Albeta
no tiene ningún monumento que haya sido declarado “Bien de Interés Cultural” ni
“Bien Catalogado del Patrimonio Aragonés”, aunque allí se ha llevado a cabo una
importante labor de restauración de su Patrimonio, personificado en la rehabilitación
de la iglesia parroquial de Santiago Apóstol, cuyo estado inicial era el que
muestras estas antiguas fotografías, en las que pueden verse las edificaciones
que rodeaban su fachada lateral y el ábside.
Se
comenzó cambiando la cubierta del templo, bajo la dirección del arquitecto D.
Miguel Ángel Bordejé. Conservamos esta imagen en la que el Alcalde D. Feliciano
Tabuenca se encuentra inspeccionando los trabajos.
Después,
a través de varias fases se procedió a la restauración de todas sus fachadas,
comenzando por la principal cuyo aspecto inicial era el que se aprecia en estas
imágenes. La primera es anterior a la intervención en las cubiertas, cuando
también fue restaurado el campanil como se puede ver en las dos siguientes.
El
resultado final fue el que muestra esta fotografía del año 2002, cuando todavía
no se habían iniciado las obras en el hastial.
Aquí
puede verse el resultado final de esas obras, de las que conservamos también
una imagen de los andamios instalados para llevarla a cabo.
Pero
el cambio más espectacular es el operado en la fachada lateral y en el ábside,
sobre todo si lo comparamos con el estado en el que se encontraban antes de la
intervención.
También
se pintó e iluminó el interior del templo y, más recientemente, fueron
restauradas las pinturas murales de la capilla de la Virgen del Rosario,
Patrona de la localidad.
Especial
importancia ha tenido para la localidad y la comarca la creación del Centro de
Interpretación del valle del Huecha en el que, además de los materiales que
allí se exponen de forma permanente, se ha convertido en escenario de múltiples
actividades culturales, de las que venimos dando cuenta en este blog.
Albeta
tiene también varios lugares de interés arqueológico, como las termas
descubiertas en la partida de la Gorrona que, tras su descubrimiento y
excavación, fueron de nuevo enterradas. Otro es el llamado “Ojo de Albeta” un
manantial de aguas mineromedicinales que ya era conocido en época romana, donde
se han encontrado algunas ofrendas.
El
entorno del manantial ha sido urbanizado y es ahora un lugar agradable. Sin
embargo en la parte superior izquierda de esta última fotografía se adivina un
bien patrimonial que sigue siendo la asignatura pendiente en Albeta.
Se
trata de un pilar votivo sobre cuya titularidad no existe acuerdo, dado que
existieron varios en el camino que discurre entre Albeta y Borja. En la obra Pilares votivos publicada por el Centro
se le identifica como “Pilar de San Antón”, mientras que en el inventario del
Gobierno de Aragón se le denomina “Pilar de la Verónica”. Aunque, al inicio de
este artículo, decíamos que en Albeta no existe ningún monumento protegido,
todos los peirones y pilares lo están con la condición genérica de BIC, según
las vigentes leyes del Patrimonio, lo que lógicamente incluiría también a éste
que une la condición de ser uno de los más antiguos de nuestra zona. Hay que
intervenir, por lo tanto con rapidez, cosa que al parecer va a realizar el
Ayuntamiento que tanto ha hecho ya por el Patrimonio Cultural de la localidad.
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