A primera hora de la mañana del 14 de marzo de 1972, dos cazas
F4 Phantom D de la US Air Force, con base en Zaragoza, se estrellaron en la
Muela Baja de Borja cuando regresaban de realizar unos ejercicios en el
polígono de las Bardenas.
Había niebla y, por causas desconocidas, los dos aparatos se
estrellaron contra el monte, cayendo los restos de los mismos sobre el casco
urbano de El Buste, donde estuvieron a punto de provocar una catástrofe.
El suceso provocó la lógica conmoción y hasta el lugar del
siniestro acudieron equipos de rescate de diversas procedencias, entre ellos de
Borja.
Ahora, cerca de 50 años después del accidente, el Alcalde de
ese municipio D. José Ángel Villalba Ruiz ha querido dedicar un recuerdo a los
pilotos fallecidos, instalando un monumento, con la colaboración del Ejército
del Aire español.
Con ese objetivo se ha instalado en una zona especialmente acondicionada
la cola de un Phantom, aunque de los sirvieron en el Ala de Caza nº 12 del
Ejército del Aire, cuyo distintivo aparece en el fuselaje, el feroz gato con la
leyenda “No le busque tres pies al gato”, así como la cruz de San Andrés
característica de la aviación española.
Fue en marzo de 1971 cuando se constituyó ese ala, con la
incorporación de una serie de aviones McDonnell Douglas F-4 «Phantom II» serie C, que habían
combatido en la guerra de Vietnam, a los que se unieron otros al año siguiente.
Nos ha facilitado las imágenes del descubrimiento del
monumento Dª. María Paz Sanz y vemos que, junto al Alcalde de El Buste, asistió
un General del Ejército del Aire cuya identidad no hemos podido precisar dado
que, sorprendentemente, los medios de comunicación no han informado sobre este
acto.
Lo que sí sabemos es que el monumento se ha convertido en un
foco de atracción para El Buste, siendo muchas las personas que se han
desplazado hasta allí, tras su inauguración el pasado sábado para visitarlo.
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