En la colegiata de Santa María de Borja se conserva este
retablo que, originalmente, estuvo situado en la capilla mandada edificar por
la familia López Caparroso como lugar de enterramiento para los miembros de la
misma y, en principio para el obispo D. Juan López de Caparroso que había
donado una espectacular colección de reliquias, procedentes de las catacumbas
romanas, que terminó siendo sepultado en el convento de San Pablo de
Valladolid, donde había tomado el hábito de dominico.
Este retablo que, actualmente, se encuentra en la primera
capilla del lado del Evangelio de la nave, fue objeto de un detallado estudio
en la obra Las reliquias conservadas en
la colegiata de Santa María de Borja, publicada por nuestro Centro.
En ella se hacía alusión a la espectacular lipsanoteca que
atesora, llamando la atención sobre la titularidad del mismo, dado que las
características de la imagen de la Virgen no corresponden a las del resto.
Por otra parte, existía un busto de Santa Catalina de Siena
que se exhibía en el Museo de la Colegiata que, indudablemente, estaba
relacionado con los del retablo.
Ha sido ahora cuando el Dr. D. Alberto Aguilera Hernández, a
partir de la documentación que dio a conocer en un artículo publicado en
Archivo Dominicano, se ha planteado la posibilidad de devolver al retablo su
aspecto original. En todo este proceso ha sido decisivo el apoyo del Párroco D. Carmelo Roy Blasco y la colaboración del personal del M. I. Ayuntamiento y especialmente por quien tanto ha hecho por la recuperación del Patrimonio Artístico Religioso de Borja, aunque no dispongamos de imágenes.
En primer lugar, Santo Domingo de Guzmán ha vuelto a ser su
titular, haciéndolo descender del segundo cuerpo a la hornacina central del
primero en la que estaba situada la Virgen del Rosario, flanqueándola por las
pirámides con reliquias que estaba en la parte superior del contiguo retablo
del Corazón de María, a pesar de que inicialmente pertenecían a éste.
El lugar que ha quedado vacante por el traslado de Santo
Domingo, lo ha ocupado el busto de Santa Catalina, procedente del Museo, dado
que esta era su ubicación original.
Los trabajos no han finalizado, dado que se pretende
reordenar la posición de las arquetas y relicarios. Hay que recordar que los
profesores D. Aurelio A. Barrón y D. Jesús Criado Mainar ya habían elaborado una
propuesta de reordenación, publicada en Cuadernos
de Estudios Borjanos que, con algunas importantes matizaciones, se ajusta a
la que ahora se está llevando.
Con este motivo D. Enrique Lacleta está realizando un
exhaustivo reportaje fotográfico con el fin de disponer de imágenes mejores que
las disponibles hasta ahora.
La reordenación de este retablo no es la única que se está
llevando a cabo, pues hay otras de las que informaremos en su momento, que han
permitido obtener resultados espectaculares.
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