En el recuerdo de muchos de nosotros permanece vivo el
incidente que tuvo como protagonista a la isla de Perejil, un pequeño islote deshabitado
y estéril, situado frente a la costa de Marruecos, que es de soberanía
española.
El 11 de julio de 2002, un grupo de miembros de la Armada
Real marroquí, la ocupó izando la enseña de ese país, siendo reemplazados cinco
días después por un destacamento de Infantería de Marina.
El hecho dio lugar a una grave crisis que pudo desembocar en
un conflicto armado. Sin embargo, tanto la Unión Europea como la OTAN
condenaron la ruptura del status quo del islote y exigieron a Marruecos la
retirada de sus tropas, fijando la madrugada del 17 de julio como límite para
ella.
Comoquiera que no hubo una respuesta favorable, poco después
de las seis de la madrugada fuerzas del Ejército de Tierra español, a bordo de 3
helicópteros Cougar, apoyados por otros 3 HU-21, unidades de la Armada y
aviones del Ejército del Aire, desembarcaron en la isla, reduciendo a su
guarnición e izando la bandera española.
Lo que pocos saben es que la Operación “Romeo-Sierra”, como
fue denominada, estuvo mandada por el entonces coronel D. Casimiro Sanjuán
Martínez, nacido en Bureta el 21 de septiembre de 1953, un brillante militar
que llegó a ser promovido al empleo de General de División, desempeñando
puestos relevantes, siendo su último destino el de Comandante General de
Baleares.
Todo esto guarda relación con un artículo que hemos
encontrado en la revista Alrededor del
mundo, firmando nada menos que por D. Miguel de Unamuno, Rector de la
Universidad de Salamanca, publicado el 27 de junio de 1902, en que se hacía eco
de un trabajo del Prof. francés M. Víctor Bernard sobre Los orígenes de la Odisea, donde identificaba la inhóspita isla de
Perejil con la isla de Calypso, donde como refiere la Odisea, fue retenido Ulises en su periplo por el Mediterráneo.
Esa “isla oculta” afirma el texto clásico que estaba
sembrada de perejil y violetas. Pero es que, además, según el erudito francés
el nombre primitivo de Perejil fue “I-spania”, denominación que posteriormente se
aplicó a toda la península. De ahí el valor simbólico de la pequeña isla, por
haber sido, según esa teoría, el origen del nombre de España, algo en lo que no
todos están de acuerdo pero que D. Miguel de Unamuno recogía dando remate a su
artículo con el hecho de que, en definitiva, nuestra península era la “Península
del Perejil”.
Es muy curiosa la alusión que hace de otros topónimos como
el del río Guadix, dado el nombre original era “Ix” que significa “río”, al que
los árabes denominaron “Wad-Ix”, es decir “rio río” y ahora llamamos “rio
Guadix” o lo que es lo mismo “río río río”. Algo parecido sucede con Alcántara
que en árabe quiere decir “El puente” por lo que al hablar de “puente de
Alcántara” estamos deiciendo “puente del puente”.
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